El tiempo dio una tregua y con sol y calor se celebró un animado, alegre y colorido pasacalle inspirado en el Carnaval de Brasil que puso el broche final al Womad Fuerteventura 2016. Los tambores africanos y las danzas rodeadas de hojas, tocados, plumas, máscaras, figuras de animales y símbolos étnicos llenaron de magia y cultura la avenida marítima de Gran Tarajal.

Los visitantes del festival, vecinos, artesanos, colectivos sociales, y participantes del Mercado Global siguieron con ritmo y entusiasmo y l espectáculo en la calle.

Todavía con los sones de africanos de Bassekou Kouysaté y de la brasileña Flavia Coelho, que enamoró a los asistentes. Los últimos compases de un Womad deslucido por el frío, la lluvia y la falta de público. El Womad fue un sueño hecho realidad hace tres años pero en la actual edición sonaba a una ocasión desaprovechada. Un cartel poco promocionado y un evento poco valorado por el nuevo Gobierno del Cabildo Insular. Colectivos, vecinos y expertos no han tenido una comisión de participación en el festival y se abre el debate de su rentabilidad y continuidad. A pesar de que su lema y filosofía van como anillo al dedo a la isla que mira a África y Europa.

Tras un sábado que se inició con un acto de suelta de tres tortugas bobas en la playa y siguió con la proyección de una película, talleres infantiles y de adultos y paseos por los mercados de artesanía, a media tarde llegó el turno de la música con los tinerfeños Ruts & La Isla Music. The Birkins, la cantante mauritana Noura Mint Seymali, y los polacos de la Warsaw Village Band, fueron otros de los protagonistas de la noche.