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Puerto del Rosario

"Ansina lo tuesta Paco Cabrera"

El campesino de La Asomada crea el primer Museo Activo del Gofio en Canarias en la vieja molina de Tetir

Un gofio natural y exquisito. GABRIEL FUSELLI

"Me ilusioné con reabrir la industria tradicional del gofio de Tetir desde el principio, y por eso he dedicado mi tiempo, esfuerzo y conocimiento en reparar la maquinaria", anuncia el único molinero de viento del mundo. El resultado es sorprendente porque se combina el museo con la industria. "Aquí dentro de este edificio de 1945 se trabaja a la perfección y se rescata la tradición de moler el gofio como se hacía antaño", afirma Francisco Cabrera Oramas, de La Asomada. Este vecino es el único molinero de molinas de viento en activo en el mundo que practica el tostado de leña "como lo hacían nuestros antepasados canarios. Sólo queda alguno en Holanda y son de harina, con electricidad y para bombear agua" apunta.

Muchos visitantes han entrada ya en el Museo del Gofio de Tetir en sus primeros días en funcionamiento. "Este gofio es muy diferente del que se compra envasado en el supermercado porque se muele en una piedra pesada y esta más tostado al estilo de aquí con la arena blanca y no se queda pegado al paladar se deshace y es muy gustoso", explica. Recomendado incluso para diabéticos, enfermedad que sufre el molinero desde la infancia, "no tiene azúcar ni conservantes este gofio es natural desde la semilla hasta el producto final", insiste Francisco.

El artesano ha recibido cientos de felicitaciones por la decoración y reparación del inmueble, y ahora lucha para conseguir el sello canario del gofio por su calidad.

Un museo activo en el que se exhiben herramientas como las tarascas para recoger tunos, la escoba para barrerlos, palas de madera para recoger la cochinilla, y otros útiles. "Desde pequeño trabajé en el campo junto a mis padres, agricultores en La Asomada. Todo me ha servido para reparar las herramientas y presentar una decoración antigua", explica.

"Incluso el metal nuevo que he necesitado para introducir la rociera, la bañera y los calderitos que vemos se los encargué al artesano de 86 años de Teror, maestro Yeyo que es un encanto y trabaja con mucho arte con las manos", desvela Paco. El artesano que afilaba cuchillos de Teror pone su obra en este museo, "y se puede comprobar que cada detalle tiene una historia en este museo del gofio".

El molino de mano de la esquina, que según la tradición usaban los jóvenes para enamorar también pertenece a Cabrera, y en las paredes cuelgan fotos y dibujos de todos los molinos y molinas de Fuerteventura y los nombres de los molineros majoreros. En blanco y negro la foto de Luisito, que abrió la primera tienda de aceite y vinagre en Tetir.

El interior merece una visita para ver los dos cajones para enfriar el grano, y una máquina de 80 años para desgranar el millo.

Vuelve a sonar el sistema de cernir y aventar el grano, máquina industriales de más de 50 años, que se han restaurado por completo junto a la tostadora, "que ha requerido a técnicos en maquinaria antigua de Tenerife".

También se ha reparado la aspiradora del grano y la molina. Recojo el cereal, lo coloco en la enfriadora y luego lo paso al molino que conserva la piedra antigua. Al lado otro nuevo para no mezclar los granos. y ampliar la producción.

"Ahora me ha pedido ayuda la familia del maestro Esteban de San Bartolomé de Lanzarote para reparar su patrimonio, que es su molina. "Yo encantado porque me apasiona la idea de unirnos todos los molineros tradicionales de Canarias" añade.

También planea abrir una Tahona en la zona y crear un circuito turístico en la Vega de Tetir y alrededores para enseñar la tradición campesina a los visitantes. Francisco, apasionado campesino y defensor de las semillas majoreras se despide con la danza del gofio: "Ansina lo tuesta Cho Juan Perenal".

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