Tras permanecer 33 años cerrada, la escuela de la Colonia Rural García Escámez, conocida popularmente como Las Parcelas, en el municipio de Puerto del Rosario, abrió de nuevo sus puertas. No estará destinada a centro de formación, sino que el inmueble tendrá una nueva función social. El Ayuntamiento capitalino procedió a su restauración. Eso sí, en su nueva apertura se produjo el reencuentro entre antiguos profesores y alumnos, no en vano estuvo operativa desde 1946 hasta 1983. Una noche llena de emociones y recuerdos.
El pueblo de Las Parcelas fue construido por el Mando Económico de Canarias, siendo su primer responsable el general García Escámez, de ahí el nombre del barrio. Fue inaugurado hace setenta años, conjuntamente con la presa y la red de acequias. El proyecto inicial contemplaba viviendas para los colonos, parcelas para que fueran cultivadas, una escuela, un mercado y una ermita, aunque las dos ultimas no llegaron a construirse.
La escuela se mantuvo operativa desde su apertura hasta hace una treintena de años hasta que fue clausurada al no contar con alumnos suficientes. Los últimos cinco niños que estudiaron en Las Parcelas fueron: Fernando Peña, Rogelio Marichal, Fabiola Rodríguez y dos de los hijos del maestro de entonces. El centro educativo jugó un papel fundamental en el pueblo, no solo en su función formativa sino como iglesia, salón social para la celebración de bodas, bautizos y reuniones de vecinos.
Los jóvenes componentes de la asociación de vecinos El Charco Verde , ante el deterioro del edificio se empeñaron en recuperar el espacio donde habían estudiado sus abuelos, padres y hermanos. Y se pusieron manos a la obra junto al Ayuntamiento de Puerto del Rosario. En la noche del pasado viernes se celebró el acto institucional de la apertura de la antigua escuela. Un numeroso grupo de alumnos y vecinos se dieron cita en el inmueble. También dos profesores, Irene Hormiga y Rafael Betancor, el último maestro que ejerció en el pueblo.
Asistieron al acto el presidente del Cabildo majorero, Marcial Morales, el alcalde de Puerto del Rosario, Nicolás Gutiérrez, así como el consejero insular Rafael Páez y el concejal Juan Jesús Gutiérrez.
Los organizadores tuvieron un detalle para los exalumnos: un birrete de graduación, mientras que para aquellos vecinos que contrajeron matrimonio en la escuela, una flor para ellas y una corbata para ellos. Fue una noche mágica llena de espléndidos recuerdos.
También se recordó a aquellos parceleros que llegaron a contraer matrimonio como: Felisa Cabrera Méndez y Bernardo Montserrat Cabrera; Martina Montserrat Cabrera y Juan de La Cruz; Alicia Barreto Afonso y Cirilo Mateo o Inmaculada Rodríguez Umpiérrez y José Antonio Cabrera, entre otros.
No se olvidaron los organizadores de nombrar a los maestros que desfilaron por el centro durante su apertura: Juan García, que reemplazaba a su sobrina María Luz Saavedra, Ángela Morán Hernández (1950-1951), Concepción Santana Acosta (1951-1960), Teresa Estrada Royo (1960-1963), Ángela Martín Casta (1964), Bárbara Betancort (1967-1968), Teodora Picón García (1970), Manuel Martínez Estebánez (1978), Irene Hormiga Santana (1971) o Rafael Betancort Hernández (1982).
Dos exalumnos, Carmelo Umpiérrez y Juan Montserrat fueron de la primera remesa de alumnos en la escuela. Este último recuerda como la maestra "nos iba preguntando la lección, y a los que iban fallando los sentaba al fondo de la clase".
La presidenta de la asociación de vecinos, María García, señaló que "es una noche especial. No solo aquí estudiaron nuestros abuelos y padres sino que se formaron muchos matrimonios".
