La romería en honor a San Andrés en la Vega de Tetir que organiza la Agrupación Folclórica de la localidad en colaboración con las instituciones majoreras cumplió ayer 18 años con una gran alegría y el apoyo de todos los residentes y amigos del pueblo.

El santo subió a la ermita el pasado 30 de noviembre, día de su fiesta en el santoral con las amenazas de los agricultores y ganaderos de enriscarlo si no trae la lluvia, como cuenta la tradición. "San Andrés cumplió este año porque algunas lluvias, aunque sean escasas, han caído de madrugada e incluso durante la bajada del santo", manifestaron los residentes.

Parraderos de Tamariche, la Asociación Vecinal de la Vega, La Asomada, Tefía y La Matilla se concentraron ayer en la ermita de La Sargenta para participar en el acto religioso y posterior romería de bajada de la imagen de San Andrés hasta la iglesia. Coplas, vivas, bailes y mucho humor en un encuentro muy familiar en el que brillaron los trajes típicos.

Una romería que huele a campo, a invierno, que emana costumbre y transmite historia en su recorrido por la senda de la montaña. Se vive con ilusión en los hogares, en las gavias y con las coplas del reconocido timplista majorero Domingo Rodríguez, El Colorao, uno de los impulsores de esta fiesta junto al resto de la rondalla.

"El techo de la ermita lo robaron los berrieles para hacer las gallanías y luego se reconstruyó. Antiguamente, según contaban los mayores se subía al santo, y se bajaba al domingo siguiente" rememora Domingo El Colorao. Luego, añade emocionado, los vecinos subían y bajaban al santo el mis-mo día. "Por ello la rondalla decidió recuperar esta tradición y la convertimos en romería", recuerda el timplista.

El pueblo vive esta jornada festiva con comida, confección de trajes y mucha devoción en honor a San Andrés. Un acto señalado en el calendario festivo de Fuerteventura el primer domingo del mes de dieciembre. En esta edición unas diez carretas con burros y caballos acompañaron al santo cargadas de productos de la tierra y el mar: papas, queso, pejines, rosquetes o vino. A su paso la estela del humo de las brasas de la carne asada con la música canaria .

Es la fiesta del cachorro y el timple, según los asistentes mayores del Centro de la Tercera Edad de la capital y advierten que "tiene un gran futuro debido al aumento de niños y familias fieles a esta fiesta de invierno en el campo".

Además, Tetir vivió un exitoso fin de semana con el VIII Encuentro Marcos 'el Zurdo' en el Terrero de Lucha. Este festival que rinde homenaje al malogrado músico Marcos Sánchez contó con las cálidas actuaciones del Grupo Atlantes, de Tenerife, y Timples y Bohemia, de Gran Canaria. El público disfrutó y hasta la lluvia acompañó a los aplausos con un redoble de agua en el techo del terrero.