Los animales siguen dando lecciones de amor y solidaridad a los humanos. También ejemplo de solidaridad. Saka, una jirafa de 15 años de edad, ha adoptado a una cría de su misma especie que fue rechazada por su madre tras el nacimiento. La acogió y la amamanta junto a su pequeño hijo. Una estampa que se ha producido en el zoo majorero Oasis Park Fuerteventura.

El citado zoológico, ubicado en la localidad de La Lajita, en el municipio de Pájara, tiene dos nuevos inquilinos con el nacimiento de dos crías de jirafa. Los dos pequeños huéspedes, un macho y una hembra, son ejemplares genéticamente puros de la subespecie Giraffa camelopardalis, una especie gravemente amenazada y en claro peligro de extinción.

Estos nacimientos supone un éxito en el programa de reproducción que se lleva a cabo en el Oasis Park con diferentes especies, muchas de ellas a punto de desaparecer del planeta. La familia de jirafas en el centro majorero se acerca a una veintena.

Las dos nuevas crías se encuentran en perfecto estado y están teniendo una evolución positiva. La primera de ellas, es un macho cuya madre, Saka, es una jirafa de 15 años que llegó al parque en 2004. La segunda, una hembra, que sufrió el rechazo de su madre biológica, Yaiza, "algo bastante común en el caso de las madres primerizas", apuntan desde el parque.

En un primer momento el pequeño ejemplar rechazado fue adoptado por la otra madre, Saka, aunque probablemente tendrá que ser alimentada mediante biberón.

Los animales nacieron tras el habitual periodo de gestación de las jirafas de 457 días y ambas pesan ya entre 50 y 80 kilos. El parto en ambos casos ha durado unos 45 minutos y han sido naturales, y en ellos han estado presentes veterinarios y los cuidadores de esta especie. La primera cría se puso en pie a los 30 minutos de nacer, siendo una de las más rápidas de la familia de jirafas en recuperar la verticalidad y comenzar a mamar de su madre.

Las pequeñas jirafas miden actualmente 1,80 metros. Se estima que las crías de jirafa, crecerán 0,3 centímetros al día durante su primer año, y cuando cumplan los dos años, alcanzarán ya la altura de sus progenitoras, aproximadamente unos tres metros.

La llegada al mundo de las dos nuevas crías refleja el compromiso de Oasis Park Fuerteventura con la conservación de la biodiversidad, en este caso con las jirafas. La organización presta especial atención a aquellas especies sometidas al tráfico ilegal y a aquellas que están en peligro de extinción.

Amenazadas

La jirafa Giraffa camelopardalis,

el mamífero terrestre más alto del planeta, se encuentra gravemente amenazada. La población mundial de este animal se ha reducido alrededor de un 40% en los últimos 30 años, según la última Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), que recientemente catalogó la especie como Vulnerable. Esta categoría indica que se enfrenta a un alto riesgo de extinción en la naturaleza.

"Las jirafas han experimentado una drástica disminución del número de ejemplares, en lo que se conoce como una extinción silenciosa, por lo que este doble nacimiento es todo un éxito en materia de reproducción y una gran noticia para nosotros. En esta línea de conservación de especies, trabajamos en diferentes programas dentro del parque", señaló Soraya Cabrera, directora de Conservación de Oasis Park Fuerteventura.

Conservación

Oasis Park Fuerteventura nace en 1985 de la mano de tres empresarios majoreros: Lázaro Cabrera, Casto Martínez y Cirila Cabrera. Actualmente tiene la reserva de camellos más importante de Europa, no en vano dispone de más de 300 animales de esta especie.

La filosofía que prevalece en el parque es el bienestar animal, por ello han habilitan extensos espacios para albergar grandes grupos de animales que viven en semilibertad. Así mismo trabajan junto a otras instituciones por la conservación y sostenibilidad de las especies en peligro de extinción.

Oasis Park Fuerteventura desarrolla en la actualidad, varios programas de conservación de especies ex situ, como el elefante africano, e in situ, como el guirre majorero, ambos de gran relevancia por el descenso continuado de su población. En el caso de la gacela de Cuvier, el parque majorero colaboro con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), aportando ocho ejemplares para su reintroducción en el Parque Nacional de Jebel Serk, en Túnez.

Este zoológico fue reconocido por el Gobierno de Canarias, como lugar de interés estratégico en materia turística, ya que como agente implicado en el turismo del Archipiélago, se compromete en la mejora y ampliación de sus instalaciones con el objetivo de ofrecer un producto de máxima calidad.