"Nuestra prioridad son las vidas, tanto humanas como animales, y después, los bienes". Quienes así se expresan son Adal Vera Ramos (Puerto del Rosario, 1980) e Italo Cabrera Martín (Puerto del Rosario, 1979). Ambos son bomberos profesionales del Ayuntamiento de Puerto del Rosario no en vano llevan doce años vistiendo el uniforme. Hace escasos días arriesgaron su vida para salvar a dos perros que se encontraban atrapados en una vivienda envuelta en llamas.

Cinco días después de la tragedia que devoró en la capital la propiedad de Lucilene Camargo (Río de Janeiro, 1975), se volvieron a reencontrar en el lugar del siniestro rescatadores, animales y dueños. Fue un momento emotivo porque los propietarios quisieron agradecer la labor no solo de los bomberos sino también de agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y de la Policía Local que participaron en el suceso, que conmocionó a los vecinos de la calle Herbania.

Adal e Italo eran los dos únicos agentes que estaban de guardia en el Parque de Bomberos en la jornada del suceso. Curiosamente, se encontraban extinguiendo otro incendio en la ciudad cuando fueron requeridos para actuar en el domicilio de Lucilene. "Ya habíamos concluido nuestro trabajo en la calle Dulcinea e inmediatamente nos dirigimos al nuevo domicilio en llamas. Cuando llegamos, aquellos no era sino humo y fuego por todos lados", comenta Adal.

"Mientras el compañero aparcaba el camión, yo subí para hacer una primera valoración de la situación. Le pregunté a la dueña si había alguien en la vivienda y nos dijo qué solo sus perros. Además, estaba muy nerviosa porque sus mascotas corrían peligro", apuntó Italo.

Lucilene es una amante de los animales. Tiene dos perros: Tayson, un Bull terrier de un año y a Luna, una yorkshire "a los que amo con locura. Son mi autentica pasión. Me asuste mucho, no por la casa que al final son daños materiales, sino por la vida de mis mascotas", señaló la mujer nacionalizada española.

Ante esa situación, Adal se introdujo en el interior del inmueble. "El ambiente era irrespirable por la cantidad de humo, apenas tenía visión. En un primer momento no observé nada a pesar de que recorrí todas las dependencias. Luego pude localizar a un perro de raza bull terrier que estaba muy asustado que no se dejaba tocar. Entonces decidí empujarlo hacia la puerta principal para que saliera". Además, añadió, que " luego comencé a buscar al otro animal hasta que miré debajo de una cama y con la linterna pude localizarla en el rincón. Estaba media inconsciente y con dificultades para respirar. La cogí y comencé a reanimar hasta que pude salir a la calle y entregársela a su dueña".

Lucilene llevó sus mascotas al veterinario para que comprobaran su estado de salud. " Curiosamente estaban bien a pesar de que habían inhalado mucho humo. Sin embargo, Tayson estuvo ingresado durante ocho días. Gracias a Dios que están vivos porque pudieron morir en el incendio".

Los bomberos Adal e Italo se mostraron sorprendidos de los reconocimientos a su labor de los propietarios de la vivienda afectada por su enorme profesionalidad y por haber rescatado con vida a sus dos perros. "Qué te reconozcan tu trabajo siempre es gratificante. Nuestro principal objetivo es estar al servicio de nuestros vecinos y en esta labor nos enfrentamos los bomberos cada día".