Más de 150 motoristas de Fuerteventura participaron ayer en un entrañable homenaje a su compañero, Jonay Quintana, de 28 años, fallecido en un accidente. Los padres, Chago y Beatriz Fernández junto a los familiares encabezaron la marcha con emoción contenida.

Tras la salida de la caravana motera del recinto ferial de la capital ayer, a las once de la mañana, tuvo lugar la primera y emotiva parada en la curva de Tamariche. Chago y Beatriz, con el corazón en un puño, se acercaron a la cruz con flores, y recordaron a su hijo con palabras de cariño. Además, transmitieron un sincero agradecimiento a sus amigos y moteros que organizaron este acto.

Entre lágrimas depositaron los ramos, dedicatorias y numerosos mensajes de cariño e incluso un peluche de las hijas pequeñas de Chago para su hermano Jonay Quintana.Allí se derrumbaron de dolor. Los padres recibieron los aplausos y abrazos de los asistentes, que quisieron agradecer a los familiares de Jonay su participación en esta inolvidable ruta motera por Fuerteventura.

Momentos de mucho dolor en el lugar del siniestro donde Jonay murió tras perder el control de la moto, y chocar contra una señal, en la mañana del pasado domingo 26 de marzo tras su habitual salida de Puerto del Rosario.

"Que se le recuerde como él era con una gran sonrisa, y que siga la pasión por las motos como él tenía", manifestó emocionado Chago Quintana, tras dirigirse a sus compañeros de Fuerteventura . Beatriz, su madre manifestó que su hijo siempre le acompaña. "Su pasión eran las motos y la velocidad", aseguró Beatriz que viajó junto a su familia desde Telde a Fuerteventura para participar en la ruta que hacía los domingos su hijo, militar de profesión.

"Creo que es la forma más bonita de recordarlo aunque siempre estará conmigo", afirmó Beatriz.

La despedida de Tamariche fue muy especial con los gases y el rugido de las motos "para que Jonay nos escuche desde el cielo", afirmaban sus compañeros de ruta.

La marcha continuó en dirección a Betancuria, Pájara y realizaron las paradas habituales en honor a Jonay. "En esta jornada no hay clubes, ni grupos es una marcha que sale del corazón de los moteros para recordar a un compañeros y amigo fallecido", afirmó su colega, Eduardo Cerdeña. Seguidamente, apuntó que esperaban una alta participación, "pero todas las previsiones se han superado con creces", indicó asombrado en el punto de salida Cerdeña.

Los organizadores repartieron 150 lazos negros y "nos hemos quedado cortos porque vemos que llegan más motos y gente que se ha sumado durante la ruta", concluyeron. Una caravana motera inolvidable en las carreteras majoreras.

Un acto que sirvió también para reivindicar mejoras en las carreteras y evitar la siniestralidad que se ha disparado en el último año. Los aficionados pidieron que se cumpla con la legislación para conseguir vías más seguras.