El barranco de los Enamorados, en el municipio de La Oliva, es el lugar elegido por el director británico Terry Gilliam para establecer su campamento base durante las jornadas de grabación de la película El hombre que mató a don Quijote en la zona norte. Los trabajos también se extenderán en las próximas fechas al municipio de Tuineje.

Todo está preparado para que don Quijote comience a cabalgar por tierras majoreras. Los preparativos para el inicio del metraje maldito de Gilliam se ultiman a pasos agigantados. La productora canaria Carisco Producciones acentúa sus labores para el arranque de las labores de filmación durante siete jornadas que se presumen intensas dado el nivel del proyecto cinematográfico y la expectación que se ha generado en torno a este nuevo proyecto del mencionado cineasta británico, aunque nacido en Estados Unidos.

Se trata de una triple coproducción entre los países de España, Bélgica y Portugal, iniciativa empresarial en la que participa el productor español Gerardo Herrero y el portugués Paulo Branco, a través de sus productoras Tornasol Films y Alfama Films, respectivamente. Amas empresas aportan los más de 16 millones de euros del presupuesto del films, que cuenta con el apoyo de Euromages por medio del fondo de coproducción.

Los escenarios elegidos para el metraje de Don Quijote, que estará protagonizada por Jonathan Pryce (Don Quijote) y Adam Driver Sancho Panza), así como Oscar Jaenada, Rosy de Palma, Olga Kuylenko, Eva Basteiro-Bertoli y Stellan Skarsgard, están relacionados con zonas desérticas y volcánicas del territorio majorero que desde el primer día cautivaron a Terry Gilliam.

Al Barranco de los Enamorados han comenzado a instalarse numerosos vehículos pesados, containers y caravanas para acoger las primeras jornadas del rodaje en unos escenarios que no requiere intervenir en el paisaje en que se rueda, ni siquiera la instalación de decorados, salvo algunas piezas de atrezzo.

Una de las escenas más divertidas de la película se localiza en un enfrentamiento entre Don Quijote y agentes de la Policía. Esta grabación se desarrollará en un camino de tierra que ya existe, por lo que no hay que abrir ninguna pista en el frágil territorio insular.

El guión que firma el propio Gilliam junto a Tony Grisoni relata la historia de un joven cineasta que soñaba con rodar la historia de Don Quijote en un pueblo español.

Las imágenes del hidalgo caballero a lomos de su caballo y de su fiel escudero sobre su burro darán la vuelta al mundo y "supone una enorme publicidad para la isla. Además, el rodaje de esta película , junto a otra de que arranca estos mismos días en el municipio de Pájara y que pertenece a una superproductora mundial, demuestra el interés que ha despertado Fuerteventura en la industria cinematográfica, que nos ha convertido en un plató natural de primer orden", apuntaron fuentes del Cabildo de Fuerteventura consultadas por este periódico.