El Gran Baile de Taifas volvió a congregar a noche en la avenida marítima de Puerto del Rosario a miles de personas. Un evento que se consolida cada año y que se convierte en el acto más multitudinario del Archipiélago en las celebraciones del Día de Canarias. Fue un encuentro con la cultura, la música, la tradición y la gastronomía. El organizador, el Cabildo majorero, cifró en más de 9.000 personas las que se ataviaron para disfrutar de este importante evento, donde la música de la tierra compartió protagonismo con la gastronomía y la repostería canaria. Una noche de auténtica canariedad.

Puerto del Rosario se convirtió este lunes por la noche en la capital del Archipiélago de la canariedad. El tradicional Baile de Taifas volvió a congregar a miles de personas en la explanada de la avenida marítima, un evento que ha logrado consolidarse durante los años de celebración. Al margen de ser un acto que sirve para celebrar el Día de Canarias, es un lugar de encuentro y diversión no solo para los majoreros sino para los numerosos asistentes llegados de otras islas. Fue una encuentro con la cultura, la música, la tradición y la gastronomía. Los organizadores cifraron en más de 9.000 las personas que asistieron.

El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, así como el presidente del Cabildo majorero, Marcial Morales, el alcalde portuense, Nicolás Gutiérrez, así como diferentes cargos del Ejecutivo autónomo, autoridades insulares y locales asistieron al evento, así como el presidente regional del Partido Popular (PP), Asier Antona, entre otros políticos.

El espacio habilitado como recinto ferial, que pertenece a la Autoridad Portuaria de Las Palmas, acogió a más de 320 mesas que fueron solicitadas en su día por colectivos sociales. En ellas, los vecinos depositaron sus deliciosos platos de la gastronomía canaria. Desde los tollos en aceite y vinagre, carne de cabra, conejo en adobo, sancocho de cherne, hasta los pejines, jareas, queso o gofio amasado. Tampoco faltó productos como el aceite virgen de oliva o el vino majorero.

La repostería tradicional también tuvo un espacio destacado, desde el pan de leña, rosquetes, suspiros o el arroz con leche.

La música corrió a cargo de la Escuela Insular de Música del Cabildo de Fuerteventura. Su actuación sirvió para comenzar a calentar la noche porque lo mejor estaba por llegar. Desde la Parranda 'Los Gurfines son los de Puerto' (Lanzarote), la Parranda Chasnera (Tenerife), Parranda del Botellín ( Gran Canaria) y los grupos majoreros Tababaire y El Bernegal.

En opinión del consejero insular de Cultura, Juan Jiménez, "el Gran Baile de Taifas es la expresión viva de mucha gente que quiere manifestar la manera en que aquí, de algún modo, se celebra la canariedad; no la única, por supuesto. También es el sentir popular de la satisfacción por sentirse canario de una forma festiva. Más allá de esos sentimientos, es una fiesta de la cultura y la tradición".