Fuerteventura despidió este jueves con todos los honores a su cronista oficial: Gerardo Jorge Machín, que falleció el pasado miércoles. Las muestras de condolencia y cariño hacia la familia Jorge Henríquez se multiplicaron desde el minuto cero del óbito. Durante los actos fúnebres un río de personas acudieron a dar el último adiós a uno de los iconos del periodismo majorero. Tras la celebración de la misa, que fue oficiada por el párroco Juan Carlos Medina, se procedió a la incineración del malogrado periodista. Canarias y los majoreros pierden a quien durante años se convirtió 'en la voz de Fuerteventura'.

Los majoreros despidieron a su cronista oficial. La clase política y social de Fuerteventura se dio cita en el Tanatorio Cira Ruiz, en Puerto del Rosario, para dar el último adiós al legendario informador. Fue una jornada emotiva por los muchos sentimientos encontrados ante la despedida de un comunicador ejemplar y un defensor de su isla.

El tanatorio se convirtió en un autentico desfile de personas durante los dos días de velatorio para unirse al dolor de la familia Jorge Henríquez y despedirse de un periodista que ha creado escuela en la isla. Este gesto demuestra el enorme cariño que se le tenía a Gerardo Jorge, no solo por sus bondades personales sino por su dilatada carrera y contribución a denunciar no solo las carencias sino los atropellos que en muchas ocasiones sufrió la isla desde el exterior.

Con Gerardo Jorge se va una leyenda del periodismo canario. Sus pasos por Radio Atlántico, Diario de Las Palmas, Televisión Española, Radio Nacional de España, la Agencia Efe, El Eco de Canarias y LA PROVINCIA, donde también estuvo su hermano Chisco como corresponsal, han sido otros tantos medios a través de los que hizo llegar hasta el ultimo rincón del Archpileago las noticias de su isla.

El presidente del Cabildo de Fuerteventura, Marcial Morales, tuvo ayer palabras de recuerdo para el malogrado periodista. "Con la muerte de Gerardo Jorge pierde Fuerteventura al decano de la prensa insular, pierde al cronista oficial y a la voz en unos tiempos en los que prácticamente no existían medios y Fuerteventura no era conocida, sino la gran isla olvidada". Además, añadió, que "a través de teléfono con esa voz metálica, a través de la televisión con aquella mítica frase 'desde Fuerteventura, les habla Gerardo Jorge Machín', que se hizo tan popular, fue la persona que dio voz a Fuerteventura y la puso en el ámbito de la comunicación en Canarias. Se hizo eco de las reivindicaciones de la isla olvidada en tiempos de miseria, fue el que empezó a anunciar que venía el turismo y el un cambio fundamental que sufriría en la isla. Fuerteventura le debe mucho... ".

El alcalde de Puerto del Rosario, Nicolás Gutiérrez, también lamentó la muerte de Jorge, no en vano fue concejal del Consistorio y Medalla de Plata de la Ciudad.

Uno de sus íntimos amigos y compañero periodista, Tero Brito, indicó que "fue mi maestro cuando allá por 1973 accedí a la corresponsalía del Eco de Canarias. Sin sus consejos no me habría consolidado como periodista autodidacta". También, añadió, que "por lo demás, y a modo de resumen, con aciertos y errores, como en toda obra humana, Gerardo Jorge fue un referente en la defensa a ultranza del progreso de la isla; sobre todo en materia de infraestructuras. También fue un gran impulsor del desarrollo turístico como motor económico de la isla. En los tiempos que corren, que cunda su ejemplo entre todos".

El presidente de la Asociación de Periodistas de Fuerteventura y Lanzarote, Salvador Hernández, que se desplazó desde su isla para asistir a los actos fúnebres, señaló que Gerardo Jorge "fue un referente en el periodismo en Canarias y, sobre todo en su isla a la que sirvió con honestidad durante muchos años desde su papel, de comunicador trasladando al exterior, a través de los distintos medios, las inquietudes y los problemas de la sociedad majorera".

Los majoreros se volcaron son la familia del periodista. Con su esposa: Pilar Henríquez, sus hijos: Loly, Manuel, Pilar y Gerardo, así como el resto del núcleo familiar.