Indignación, rabia e impotencia... Estos son los sentimientos que sufrieron los vecinos de Puerto del Rosario afectados el pasado domingo por un corte de agua que se prolongó casi todo el día. Una avería en la red de suministros del Consorcio de Abastecimiento de Agua de Fuerteventura (CAAF) afectó a casi 40.000 personas, no solo de la capital insular sino de las localidades aledañas. Varios establecimientos públicos, entre ellos, bares y restaurantes, se vieron obligados a cerrar sus puertas ante la imposibilidad de atender a los clientes. El suministro se restableció en la noche del domingo y en algunas zonas, ayer a primera hora.

Los usuarios también rechazaron la nula información emanada desde el seno del CAAF, a pesar de estar el servicio de atención telefónica privatizado. La empresa reiteró a los usuarios que para afrontar las averías, es recomendable que los domicilios cuenten con depósitos auxiliares con un almacenamiento para unas 72 horas

Un microcorte en el suministro eléctrico originó que las bombas de impulsión que remiten la producción de agua hasta los depósitos reguladores dejaran de funcionar, situación que causó una subida de presión que provocó la rotura de una de las tuberías de distribución. Ante ello, todos los vecinos del municipio capitalino y algunos pueblos limítrofes quedaron privados del suministro de agua, situación que se prolongó durante muchas horas dado la complejidad de los trabajos de reparación.

Al enorme malestar de los vecinos por la falta de agua se unió la nula información por parte del CAAF, empresa 100% de titularidad pública, no en vano se encuentra formada por el Cabildo de Fuerteventura y los seis ayuntamientos majoreros, dado que el servicio de atención telefónica no se encontraba operativo. La falta de información originó la irritación de los usuarios que afrontaban la situación con el lógico enfado y sin noticias de la empresa distribuidora.

"No avisaron del corte ni nos daban información porque llamábamos al Consorcio y nadie cogía el teléfono. Es increíble que una empresa que funciona con dinero público abandone y maltrate a los vecinos de esta manera", señaló M. S, vecina de la capital.

El consejero insular de Aguas, Andrés Díaz Matoso, señaló a este periódico que "la avería fue imprevisible. Tras el corte de energía eléctrica se produjo la avería en una de las tuberías y se tuvo que cortar el suministro. Normalmente, este tipo de indecencias se tarda entre uno o dos días en restablecer la situación, pero los trabajadores del Consorcio la solventaron en tan solo seis horas".

Los cortes de agua se vienen produciendo de forma sistemática en la mayor parte de los municipios majoreros. Incluso se ha dado la circunstancia que algunos pueblos han estado hasta tres días sin agua, lo que viene provocando la irritación de los vecinos.

Garrafas

La mayor parte de los vecinos afectados tuvieron que comprar en las tiendas garrafas para poder hacer frente a las tareas domésticas. Los establecimientos de 24 horas, los únicos abiertos los domingos en la capital, agotaron todas sus existencias.

"Nosotros tuvimos que ir hasta El Castillo para comprar garrafas de agua en el Padilla, porque no había ni una gota. Imagínate con niños pequeños como pudo haber sido la situación. Esto no puede continuar así, porque ya son muchas las veces que ocurre algo similar", apuntó Sandra H.