Domingo González Arroyo ( Arrecife, 1940) se encontraba ayer en su finca de La Rosa, en los aledaños del pueblo de La Oliva, atendiendo a sus vacas, sus cabras y las plantaciones de millo y papas. Fue una jornada donde no paró de recibir llamadas telefónicas no solo de medios de comunicación sino de vecinos, compañeros del Partido Progresista Majorero (PPM) y de otras formaciones para felicitarlo por la sentencia que le devuelve el acta de consejero del Cabildo de Fuerteventura.
"Lo dije en su momento, que la condena era solo para cargos municipales no para el Cabildo, pero no me hicieron caso. Ahora, se tienen que tragar la sentencia, reconocerla e reponerme en el cargo de consejero porque así lo decidieron nuestros votantes", aseguró el veterano político.
Arroyo, anunció, que desde que se incorpore en la institución insular "seré el portavoz del Grupo Mixto, que ahora le corresponde al PPM. Les voy a dar caña y a ponerlos firmes para que sepan que mientras tenga vida estos no me entierran". Además, añadió, que "los que votaron a favor de quitarme el acta de consejero que se amarren los machos porque ahora se ha visto que han cometido una ilegalidad conmigo. No entiendo cómo votaron en contra de mí".
Más contundente se mostró González Arroyo con los líderes de Coalición Canaria " Marcial Morales es un santo sin canonizar y Mario Cabrera un ardilla que nadie le corta el rabo. Creen que las instituciones son de ellos. Pero con mi regreso a la vida política insular esto va a cambiar. Les gano las elecciones al Cabildo".
El veterano político también, apuntó que "todos los plenos del Cabildo desde la sesión en que acordaron echarme son nulos de pleno derecho y van a tener que devolver las perras que han cobrado por asistencia".
También tuvo palabras para su excompañero consejero, Jerónimo Soto, "si hubiera sido leal conmigo, ahora estaría otra vez de consejero, pero apostó a perdedor".
