El proyecto de construcción de la playa artificial del Charquito, en el municipio de Puerto del Rosario, permanece hasta el próximo 28 de junio en exposición pública y puede ser una realidad en sólo dos años. Una playa integrada en un gran proyecto urbanístico para construir sobre 1'2 millones de m² un campo de golf salpicado de parcelas hoteleras, zonas residenciales, viviendas unifamiliares y hasta dos grandes zonas comerciales. Todo, a partir de la rotonda de Guisguey en dirección a Parque Holandés y ubicado en primera línea de costa.

Un obra que ha generado bastante polémica al contemplar la urbanización Rosa del Lago de más de 1,2 millones de metros cuadrados un total de 2.500 plazas alojativas y un campo de golf de 18 hoyos, que se aprobó en agosto de 1.999 pero lleva paralizada más de una década afectada por la Ley de Moratoria Turística. Los promotores, Juan León Correa, Fuerte León 3000 SL, Propiedades Insulares SL, Grupo Inmobiliario Tinojay SL y Promotora La Lumbre SL, llevaron incluso a los Tribunales al Gobierno de Canarias por impedirles la construcción.

A finales de 2016 el Tribunal Supremo zanjó la reclamación de las empresas promotoras de la urbanización y rechazó una indeminización de 68,8 millones de euros que exigían al Gobierno de Canarias por no haber desarrollado el plan parcial. La urbanización, de 2.500 plazas alojativas y más de 1,2 millones de metros cuadrados de superficie y campo de golf de 18 hoyos, se aprobó en agosto de 1999 pero lleva paralizada más de una década.

El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) primero, y luego el Tribunal Supremo, negaron la indemnización millonaria que reclamaban los promotores. En la sentencia se destaca que, "amparándose" precisamente "en las excepciones a la moratoria", obtuvieron autorización previa y licencia de obras para construir un hotel de cinco estrellas. El Tribunal Supremo también añade que los propios promotores admitieron que no siguieron adelante con la urbanización al considerar "ilógico y antieconómico" abordar una fuerte inversión en un plan parcial turístico para construir solo un hotel.

Los grupos ecologistas ya han explicado que la playa artificial se ejecutará en unode los principales sebadales de Fuerteventura. Un ecosistema con un alto valor marino.