David Pérez González ( Puerto del Rosario, 2003 ) se convirtió el pasado fin de semana en un héroe con tan solo 14 años. Se encontraba pescando a bordo de una pequeña chalana en la Playa de Pozo Negro, en el municipio de Antigua, cuando oyó en la lejanía voces pidiendo auxilio. No lo pensó dos veces, a pesar del fuerte viento puso la proa de 'La Juana' rumbo a donde se oían los gritos. Con su ejemplar actuación logró rescatar a dos jóvenes cuando su pequeña barca era arrastrada por la corriente mar adentro. Todo un gesto heroico.

La tragedia se desató sobre las 14.30 horas. Dos jóvenes se bañaban en la playa de Pozo Negro, que celebraba la fiesta en honor a San Juan, cuando decidieron montarse en una pequeña embarcación para jugar en la orilla. Sin embargo, el viento reinante del oeste o tierra-mar, contribuyó a que la barca se alejara de la costa a un ritmo acelerado sin que las mujeres lo pudieran evitar ya que no sabían remar.

David que estudia 1º de la ESO en el colegió público de Antigua, tiene genes de marinero, no en vano su padre Jacinto es pescador profesional. También lo fueron su abuelo Feliz y su bisabuelo José. Procede de una familia de pescadores con una larga tradición marinera en Fuerteventura. Cuando no hay clases no solo ayuda a su padre en las labores de la pesca y en la limpieza de los aparejos y de la falúa, sino que echa unos lances para seguir con la tradición. Ese día decidió subirse en 'La Juana' para tratar de coger algunas bogas en una zona denominada las Boyas, lugar de amarradero de las pequeñas embarcaciones de pesca y deportivas en Pozo Negro.

"Estaba pescando y oía como unas voces femeninas pedían socorro. Al principio pensé que eran en la playa ya que había algunas personas bañándose y no le di demasiada importancia y seguí con la caña", relata el joven. Además, añade, que "las voces lejos de acallarse se incrementaban, por lo que miré hacia mar adentro y entonces vi a dos chicas que levantaban los remos de una pequeña barca y gritaban con insistencia".

"No lo pensé dos veces, recogí la caña, levé el ancla y puse rumbo hacia donde estaban. Había mucho viento y era difícil remar, pero lo hice con todas mis fuerzas porque entendí que aquellas personas estaban en apuros. Le hice señales a mi padre porque sabía que me estaba vigilando y me fui en busca de las personas en apuros", señala David, junto a su padre que sigue con atención el relato de su hijo menor.

"Cuando llegué a su lado me tiraron una soga y la amarré a 'La Juana'. Les dije que se tranquilizaran y comencé a remar hacia la playa. Sufrí mucho porque entre el viento y el peso de la otra embarcación casi no llego. Finalmente toqué tierra y las chicas me agradecieron el gesto de haberlas salvado. Estoy contento porque si no llego a oír sus gritos las fuertes rachas de viento las hubiera empujado mar adentro", apuntó David.

El muchacho no es consciente de su gesto heroico. "No creo que hiciera algo fuera de lo normal. Siempre escuche en mi casa que había que ayudar a la persona que lo necesitara y, más si es en el mar, donde mi padre ejerce su profesión. Cualquier persona hubiera hecho lo mismo, aunque estoy contento por haber salvado a dos personas", apuntó el joven de Pozo Negro.

Jacinto Pérez, el padre del menor, se encontraba en la azotea jareando unas viejas para ponerlas a secar al sol. "Cuando el chiquillo sale a pescar me gusta tener los prismáticos a mano para vigilarlo. En uno de los momentos que lo observé vi como recogía el ancla y se ponía a los remos. Pensé que ya venía para tierra pero no fue así. Me hacía señales como avisándome de algo y entonces vi como cogía otro rumbo. Me preocupé un poco pero luego ya vi con los anteojos que iba hacia otra chalanita que estaba mar adentro. No le perdí ojo hasta que lo volví a divisar arrastrando la barquita con dos personas a bordo", señaló el progenitor. Además, añadió, que " aquella situación me preocupé y preparé otra barca con un motor auxiliar para intervenir en caso de necesidad, pero finalmente no hizo falta porque David llegó a tierra con apuros, por sus propias fuerzas y algo agotado por el esfuerzo".

Agradecimientos

El alcalde de Antigua, Juan José Cazorla, agradeció el gesto de David Pérez, al socorrer a las jóvenes en apuros en la playa de Pozo Negro. "Ha demostrado un enorme coraje a pesar de su corta edad. No tuve ningún tipo de miedo ni reparos para ir al rescate de las chicas. Un ejemplo de enorme solidaridad".

Por su parte, Jacinto Pérez, el padre de David, quiso agradecer las muestras de felicitación que han recibido por el gesto de su hijo. "Es un niño pero ya se defiende en el mar. Las propias chicas y sus familias le agradecieron su acción e incluso el alcalde de Antigua, Juan José Cazorla". También, quiso "agradecer a toda la Corporación del Ayuntamiento de Antigua el apoyo incondicional que están prestando al sector de la pesca. Se están interesando por los pescadores y sus problemas y eso es de agradecer infinitamente".