Las mujeres fueron un año más las protagonistas de la tradicional fiesta marinera de Las Salinas. Tras la función religiosa en la ermita son ellas las que llevan a hombros a su patrona, la Virgen del Carmen, en procesión hasta la playa mientras cantan y lanzan besos.

Un recorrido que realizan con mucho fervor, entre vivas, aplausos y voladores. Las hermanas Suárez disfrutaron de este bonito y entrañable día, ya que forman parte de la Comisión de Fiestas y sienten una gran devoción por su patrona. La diseñadora Pilar Suárez ofreció un bello ramo floral blanco para que luciera con esplendor.

Sólo en 2011 se suspendió este acto porque el pueblo se hallaba de luto por el fallecimiento de una de las hermanas Suárez.

"Para nosotras es un día muy especial, inolvidable y se comparte con todas las familias de Las Salinas, que viven este día con alegría, entusiasmo y mucho cariño a nuestra patrona que protege a los marineros", cuenta Isabel Suárez.

Entre las caras conocidas, Pino, la pescadora de Pozo Negro que ha sido una profesional en esta faena y muchas mujeres marineras de Antigua y de Puerto del Rosario.

Una vez en la orilla, las bocinas de los barquillos anuncian el embarque de la Virgen y la salida de la tradicional procesión marítima. Manolo , el pescador del restaurante Los Caracolitos, navegó con la imagen religiosa, y tras encabezar la marcha y dar varias vueltas encendió dos bengalas en honor a la patrona desde su embarcación.

A pesar del viento reinante y olas la Virgen del Carmen navegó por la pequeña bahía de Las Salinas acompañada por los pescadores de la zona, una piragua y los remeros de la trainera Tolosa del Club Deportivo Herbania. Un acto en el que los profesionales respetaron con sumo cuidado la carga de las embarcaciones por seguridad y para evitar problemas.

La localidad, perteneciente al municipio de Antigua, vivió una fiesta muy familiar a mediodía con folclore y cánticos a la Virgen hasta su regreso al templo.

Posteriormente continuó la fiesta con la verbena del solajero y los baños en la playa debido al intenso calor reinante. Una jornada divertida que puso fin a un entretenido fin de semana festivo, repleto de actos para todas las edades.

Una festividad que se vive con fervor por toda la costa majorera.