Técnicos del Cabildo de Fuerteventura y del Gobierno de Canarias comenzaron el proceso de puesta en libertad de Tiscamanita, un pollo de guirre hembra nacido en cautividad en la Estación Biológica de La Oliva, en Fuerteventura. El procedimiento, que culminará con la suelta del ave en la tarde de hoy o mañana por la mañana, ha contado también con la colaboración de científicos de la Estación Biológica de Doñana-CSIC.

Se trata del segundo guirre nacido en cautividad en la Isla que se pone en libertad, tras la liberación el pasado 2016 de Sirdo, otro ejemplar hembra nacido también en la estación de La Oliva.

El presidente del Cabildo de Fuerteventura, Marcial Morales, la viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, Blanca Pérez, la consejera de Medio Ambiente, Natalia Évora, presenciaron el inicio de este proceso de liberación. Los técnicos colocaron al ejemplar un emisor GPS, que permitirá a los científicos estudiar en todo momento sus movimientos, su comportamiento, el uso que hace del territorio y su interacción con otros guirres.

"El seguimiento de esta cría en cautividad servirá para mejorar los conocimientos que se tienen del guirre" anunció el presidente, Marcial Morales. También destacó las buenas condiciones naturales que tiene Fuerteventura para la conservación de este tipo de especies. "Se trata de un entorno idóneo tanto para proteger un animal tan nuestro, así como para recuperar vida e identidad de una Isla" resumió.

Por su parte, Blanca Pérez señaló que "esta actuación es el resultado del esfuerzo y estrecha colaboración entre el Cabildo de Fuerteventura y la Dirección General de Protección de la Naturaleza, y forma parte del conjunto de acciones que desarrollan ambas instituciones en otros aspectos, como seguimiento y vigilancia de la población, aplicación de la estrategia contra el uso ilegal del veneno. Junto a la adecuación de medidas correctoras en tendidos eléctricos junto a las compañías eléctricas y que tienen un gran impacto en la recuperación de la especie.

La técnica de liberación utilizada es el 'hacking', que conlleva la permanencia del guirre en un pequeño jaulón durante un corto periodo de tiempo, antes de integrarse con el resto de guirres de la Isla.

"Lo que perseguimos ahora es que este animal salga de forma natural y analizar su evolución, trabajando de manera conjunta con Gobierno de Canarias y técnicos de Doñana", explicó Natalia Évora.

Tiscamanita nació el 19 de mayo de 2017 en las instalaciones de la Estación Biológica de la Oliva del Cabildo de Fuerteventura y se corresponde con la segunda puesta realizada por la pareja de ejemplares irrecuperables que mantiene este centro desde el 2009. Su incubación culminó con éxito después de 45 días, aunque el embrión tuvo que ser asistido por un veterinario especializado para facilitar su eclosión.

En el año 2006, se aprobó el plan de recuperación para esta especie, impulsado por el Cabildo de Fuerteventura, el Gobierno de Canarias y Endesa, lo que permitió reducir drásticamente las causas de mortalidad y los factores de amenaza que afectaban a su población natural. A partir de ese momento, la población de guirres en Canarias ha experimentado un crecimiento continuo con una tasa anual de crecimiento que gira en torno al 6%. Los datos de 2016 confirmaron esta tendencia ascendente, con 297 ejemplares (134 reproductores y 163 no productores). Las previsiones para el 2017 indican la presencia de dos áreas de nidificación más, lo que supondría un total de 61 de estas áreas en Fuerteventura y 6 en Lanzarote.