Fátima Kanoue, de origen marroquí y con doble nacionalidad, explicó que su hijo es muy corpulento, de 120 kilogramos y 1,70 metros de altura, y rompió la puerta lateral de las oficinas del Patronato de Turismo de Fuerteventura como consecuencia de un "lamentable" accidente. "Como muchos jóvenes, había acudido allí con unos amigos a las diez de la noche porque hay wifi gratuita, pero los demás menores salieron corriendo asustados, algunos a pedir ayuda y cuando regresaron ya no se encontraba allí", detalló la madre.
"Caminé como pude hasta la puerta del cuartel a pedir ayuda sangrando y ellos me salvaron la vida", aseguró el joven. "Los soldados fueron muy profesionales y amables, y me recogieron, me tranquilizaron, taparon las heridas más graves, me dieron agua y llamaron a la ambulancia que me llevó al Hospital de Fuerteventura", explicó Aziz, que forma parte de una familia árabe muy conocida en Puerto del Rosario y residen desde hace 17 años en el barrio de El Charco.
"A mi hijo le dieron 35 puntos y grapas, y tardaron una hora en curarlo en Urgencias porque tenía cristales clavados en su cuerpo, con grandes heridas en la pierna derecha, codos y brazos; por suerte, en la cara no fueron graves", precisó Fátima, quién también agradeció la comprensión del grupo de Gobierno del Cabildo.
Aziz M.K. (Puerto del Rosario 14-09-2002) aclaró que "en ningún caso fue un robo, como se extendió, ni siquiera un caso de vandalismo juvenil". La puerta exterior de las oficinas siempre estaba abierta porque estaba rota y "muchos jóvenes acuden a coger la wifi con el móvil y tablet porque es gratuita", sostuvo Azis, quien apuntó que entre los amigos se produjo un altercado. "Me dijeron gordo y estábamos con juegos, me empujaron y me empotré contra la puerta de cristal en vez de la pared y se rompió en mil pedazos, lo que me provocó un enorme dolor porque se me quedaron clavados", describió el joven.
"Sé que hay muchos casos de vandalismo en Puerto, pero no es el mío y por eso he querido salir públicamente para disculparme y reconocer que fue un error", afirmó. Este joven, que se ha criado en la cultura marroquí por sus progenitores y la majorera por su lugar de residencia, ha sufrido algunos problemas psiquiátricos, pero en la actualidad se encuentra "muy bien", insistió Aziz.
El joven ingresó en un centro de menores en Las Palmas de Gran Canaria hace un año, al que llevaron voluntariamente sus padres para ayudarle a madurar y corregir su rebeldía. "Comenzó a los 13 años muy rebelde, no nos escuchaba, y decidimos ingresarlo para que le ayudaran, y ha salido mucho mejor y con una actitud más positiva de la vida, y más maduro", afirmó Fátima. Tanto es así que siempre había soñado con ser policía y practica artes marciales. "Ahora sé que mi futuro profesional está en un cuerpo como el Ejército y estudiaré para entrar y poder ayudar a otras personas" expresó.
Otro de sus sueños es viajar y en breve visitará Francia con su padre, un país que le encanta y en el que desearía vivir para conocerlo mejor. "Tengo familia en Francia por parte de mi padre y espero poder cumplir mi sueño y vivir una temporada", concluyó.
