La psicóloga Elena de los Ángeles ha dado detalles "escalofriantes" de la violencia y malos tratos que se reflejan en el informe completo que realizó al pequeño Daniel, que ha sido entregado al padre en el estado norteamericano de Florida el pasado 31 de julio en cumplimiento de una sentencia judicial dictada en Las Palmas de Gran Canaria.
"Yo desarrollé una evaluación y estudio completo de la huella psicológica adversa derivada de su estancia durante tres años en el Florida con su padre y de las posibles consecuencias si era obligado a regresar en un futuro", señala. Un informe que debería haber solicitado y realizado el forense para comprobar que ha sido víctima de malos tratos, añade la experta.
"El resultado de mi informe es contundente porque el niño dibuja los golpes que recibe del progenitor con una vara de bambú, insultos y sus llantos y dolor constantes", desvela la especialista. En los dibujos sobre su estancia aparecen navajas volando, un padre con la mano en alto junto a él, un niño hablando con su madre escondido debajo de la cama, e incluso diferencia entre la conducta del padre violento o borracho", detalla Elena de los Ángeles, que recuerda "la despedida angustiosa del niño en el juzgado de su madre pidiendo ayuda, y que no lo olvide".
El estudio desvela la marginación que sufre con respecto a sus dos hermanos, que pertenecen a una segunda relación del padre, y que también residen en casa con comparaciones odiosas.
Daniel muestra el pánico que siente hacia un padre dictatorial en el hogar, donde vive sometido a un ambiente de malos tratos constante, insano para un pequeño con un desorden en horarios de comida, sueño y estudio.
"Mi hijo suplicó a la jueza que no lo mandara de nuevo con el padre, que no lo quería, y a pesar de solicitar varias veces mi abogada que el forense examinara a Daniel e hiciera un estudio psicológico del menor, no hicieron caso y el pasado 31 de julio una jueza de Las Palmas ordena la restitución del menor al padre Jorge Andrés, tras ponerme una denuncia de secuestro internacional", detalla la madre, Elián López, "sin dejarme casi despedirme , me lo quitaron". En el vídeo de despedida de la madre en el juzgado, que Elián ha colgado en las redes sociales, se ven los llantos desesperados del chico rogando que "quiere quedarse en España y que luche por él".
Otro testimonio estremecedor es de los amigos del colegio de Infantil y Primaria La Hubara de Puerto del Rosario, a los que había contado historias sobre su mala vida en Estados Unidos.
Los compañeros han suplicado a la justicia que le dejen vivir en Fuerteventura porque había contado la violencia y los malos tratos que recibía de su padre allí, y que por primera vez en Fuerteventura tenía amigos y era feliz. "Habíamos hecho la matrícula para entrar juntos en Secundaria y queremos que regrese porque sabemos que desea estar con nosotros", dicen sus compañeros. El padre de uno de ellos, que reside en Puerto del Rosario, José Díaz, asegura que cuando comenzó a entrar en casa para estudiar o jugar con su hijo era muy tímido, pero empezó a soltarse, coger confianza y "afirmó que había vivido en otro país muy mal y que ahora con su madre se sentía contento y alegre".
"Tras la sentencia pedimos que actuara el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y en 24 horas preguntó dónde se hallaba el niño. Al responder que en Florida nos dimos cuenta de que es tarde porque está fuera de su competencia", apunta la madre, que no pierde la esperanza de recuperarlo, aunque sea a través de la justicia americana. Daniel viajó hace cuatro años a Estados Unidos a visitar a su padre por espacio de un mes de vacaciones y vivió retenido tres años. "Todos los meses me decía que me lo mandaba, pero nada", explica Elián. "Cuando pudo venir a empezó a contar los malos tratos del padre", comentó la madre.
