El Ayuntamiento de La Oliva le ha declarado la guerra a las excursiones incontroladas de quads y buguis que venían ocasionando un grave deterioro medioambiental en el territorio norteño. Los agentes de la Policía Local han extremado la vigilancia sobre estas actividades que han originaron una alarma social por las repercusiones negativas, especialmente por las zonas donde circulan, así como muchas de estas actividades se realizaban al margen de la ley. Los agentes han interpuesto una denuncia contra una de estas empresas por no cumplir con la normativa municipal.
El Consistorio norteño decretó el pasado 11 de agosto una serie de medidas cautelares, dando a los interesados un plazo de 15 días para presentar la documentación acreditativa de que cuentan con las autorizaciones necesarias para desarrollar la actividad.
La normativa estipula la prohibición de circular estos vehículos, dedicados mayoritariamente a excursiones de turistas circular, a menos de 500 metros de poblados y viviendas, con excepción de las carreteras generales y travesías, por estar estas segundas bajo competencias del Cabildo. Las otras tres restricciones impuestas consisten en la prohibición de abrir nuevos caminos o pistas, el uso de garajes como talleres sin la correspondiente licencia y el almacenaje de carburantes en locales o aparcamientos.
Durante este dispositivo, los agentes de la Unidad de Medio Ambiente de la Policía Local (UMA) también han localizado y requerido documentación a otras tres empresas que realizan excursiones en otro tipo de vehículos como todo terreno, a fin de registrar su actividad e incorporarla al expediente que tramitan los servicios jurídicos municipales.
El alcalde de La Oliva, Isaí Blanco, hizo de nuevo hincapié en que la adopción de las medidas cautelares para esta actividad en concreto "ha sido una decisión de urgencia que se ha adoptado ante el enorme descontento social existente, respaldado con más de 2.000 firmas de vecinos".