Los funcionarios del Ayuntamiento de Puerto del Rosario siguen aturdidos de rabia y dolor. La muerte repentina de la arquitecta municipal Candelaria Franquis de León, conocida cariñosamente como Lali, ha dejado un vacío enorme en el departamento de Urbanismo del Consistorio capitalino. Su familia continúa rota por su pérdida y tardará en aceptar su marcha definitiva. Era esposa del prestigioso abogado tinerfeño Juan Miguel Munguía Torres.

Lali tenía 48 años en el momento que le sorprendió la muerte. Una profesional de reconocido prestigio que se fue en silencio y sin despedirse de sus familiares y compañeros. Una sentida pérdida que ha provocado un enorme dolor no solo en la capital insular sino en toda Fuerteventura dado que su familia goza de un enorme prestigio.

La arquitecta procede de una importante familia majorera: los Franquis de León vinculados a diversos sectores empresariales como el inmobiliario, turismo o aguas, entre otros. Su padre, Cristóbal Franquis Suárez, conocido popularmente como Tobita, fue un hombre emprendedor y tuvo visión de futuro en sus negocios. De agricultor de tomates, asfalfa o camionero en el pueblo de El Matorral, en las proximidades de Puerto del Rosario, apostó de forma decidida por La Pared y Morro Jable, entre otras zonas, intuyendo el futuro turístico que se avecinaba en Fuerteventura. Logro consolidar sus inversiones y convertirse en un empresario importante, además de respetado en todo el Archipiélago canario. Ahora, los negocios familiares son dirigidos por sus hijos.

Tobita contrajo matrimonio con Isabel de León García,, con la que tuvo cuatro hijos: Cristóbal, Silvestre, Guillermo (exdiputado del Parlamento de Canarias) y la fallecida Candelaria.

Lali inició sus estudios primarios en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús, conocido popularmente como el 'colegio de las monjas'. Tras concluir esta fase educativa concluyó el Bachillerato en el Instituto Santo Tomás de Aquino, aunque durante esta etapa se trasladó hasta Tenerife para ingresar en el colegio Luther King de La Laguna. Desde muy joven había sentido una enorme predilección por el dibujo y el diseño y apostó por estudiar Arquitectura. El primer año lo realizó en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y el resto de cursos hasta concluir la carrera en Sevilla.

Accedió a la plaza de arquitecta municipal de Puerto del Rosario en septiembre de 1998 siendo alcalde Manuel Miranda, Manuel Travieso. Jugó un papel fundamental en la organización del departamento de Urbanismo. Sus compañeros no dan crédito a su muerte. "Nos parece mentira que se haya ido para siempre. Era una excelente profesional, amiga y defensora de sus compañeros. Echaremos de menos a Lalita, era una persona extraordinaria", señaló a este periódico una de sus compañeras.

El esposo de Lali es el afamado letrado Juan Miguel Munguía Torres, director del prestigioso despacho profesional Munguía & Asociados y cuenta con una dilatada experiencia y decidida vocación de servicio hacia la sociedad y el sector empresarial canario. Además, es asiduo colaborador de los periódicos del Grupo Prensa Canaria: La Opinión de Tenerife y La Provincia /DLP.

Lali se encontraba disfrutando de unos días de descanso en el hotel familiar en Morro Jable cuando se sintió indispuesta. Tras ser atendida en primera instancia por el personal médico del establecimiento hotelero se decidió su evacuación al hospital general 'Virgen de la Peña', en Puerto del Rosario, donde falleció.

Las escenas de dolor se multiplicaron durante el velatorio en el tanatorio 'Cira Ruiz', no solo por parte de sus familiares, de forma especial su madre Isabel, que cuenta con 86 años, y sus familiares más cercanos, sino de los compañeros del Ayuntamiento capitalino.

Sus cenizas fueron depositadas ayer en la tumba de su padre.