Las obras de regeneración de la playa de El Castillo sigue anclado en la polémica. A pesar que las obras han concluido desde hace meses, las mismas han dejado a la playa en una caótica situación con graves problemas en su espacio. A pesar que los empresarios, vecinos y el Ayuntamiento de Antigua llevan más de una veintena de años reivindicando mejoras en esta zona del litoral, no se logra cerrar un capítulo que genera un enorme malestar porque se ha invertido dinero público con un pésimo resultado. Tanto es así, que a pesar del vaciado de arena se localizan hoyos, piedras y vertidos de aguas.

El Cabildo de Fuerteventura, el Ayuntamiento de Antigua y los empresarios de la zona turística de Caleta de Fuste exigen una reunión urgente con la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, al tiempo que le piden que visite la isla para que compruebe "el desastroso resultado de las obras de regeneración de la playa de El Castillo".

Así se acordó en un encuentro celebrado entre el presidente de la Corporación insular, Marcial Morales, el alcalde de Antigua, Juan José Cazorla, la consejera insular de Obras Públicas, Edilia Pérez, el presidente de la Asociación de Empresarios y Comerciantes y Empresarios de El Castillo (AECA), Francisco Manuel Ufano, así como el concejal de Playas, Hugo Estévez, entre otros.

En la reunión todas las partes coincidieron en señalar "que la playa está ahora en peores condiciones que antes de que se realizasen las obras de regeneración". "No podemos aceptar que se den por concluidas unas obras que lo que han hecho es empeorar el estado de la playa. Por ello exigimos a la ministra que resuelva esta situación", coincidieron en destacar todas las partes.

Desde el Cabildo de Fuerteventura y el Ayuntamiento de Antigua se ha venido haciendo un seguimiento de la ejecución de esta obra, y en ese proceso existen informes técnicos en los que se constata la mala ejecución de las actuaciones que se han llevado a cabo para la regeneración de la playa de El Castillo.

Las tres partes señalaron que hay zonas de la playa con socavones, piedras, desaparición de la capa de arena superficial, desniveles y lodos en el fondo del mar, entre otros, siendo un espacio muy frecuentado por bañistas y usuarios de deportes náuticos.

Medio Ambiente adjudicó el polémico proyecto a la empresa Sacyr por 1.966.059 euros, lo que supone 1.796.314 euros menos que el presupuesto base de licitación que el Ministerio cifró en 3.762.373. El Cabildo majorero financia esta obra, a pesar de no ser una obra de su competencia, con el 50% del presupuesto con el objetivo de desbloquear un proyecto que llevaba un cuarto de siglo en el más absoluto olvido.