El Carnaval majorero continúa consternado. La eterna sonrisa de los murgueros continúa secuestrada por el dolor. La muerte del maquillador y estilista Julio Rodríguez Viñoly ha dejado aturdido a murgas y batucadas, pero el dolor se extiende también hacia la comunidad educativa de Fuerteventura. Julio era profesor del Colegio Público Millares Carló, en Puerto del Rosario. Compañeros de clase, alumnos y los familiares de estos, apenas dan crédito a su fallecimiento. Un hombre admirado y querido en toda la isla. Antes de morir dejó diseñado el vestuario que lucirán en el Carnaval de 2018 de Puerto del Rosario la murga Las Chikirompis. También se había comprometido con la murga Quintillo.com para el diseño del traje y las labores de maquillaje.

Julio, nació en 1970 en el municipio grancanario de Ingenio, llevaba una veintena de años residiendo en Fuerteventura. Cursó la educación básica en el colegio Millares Carló de Ingenio, así como la Formación Profesional en el mismo pueblo. Fue animador sociocultural en el Ayuntamiento de Ingenio, mientras realizó la diplomatura de Magisterio en la especialidad de Educación Física en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). Además, su pasión por la enseñanza le llevó a concluir hace dos años los estudios de Psicopedagogía. En la isla trabajo para el Cabildo majorero. Fue director del Centro de Acogida de Menores Inmigrantes y también del Centro de Discapacitados.

A finales del pasado mes fue sometido a una delicada intervención quirúrgica. Sin embargo, no logró superar el periodo postoperatorio y falleció en la madrugada del pasado lunes. Sus restos fueron incinerados en la noche del martes.

Nazaret de León, una de las carnavaleras más populares de Fuerteventura y compañera en la labor educativa, lo califica como "maestro ejemplar, de esos que le subían la autoestima a cualquier alumno en cada minuto que pasaba con él, más preocupado porque el niño fuera feliz que del propio aprendizaje, porque como él decía en la escuela un niño si está feliz siempre aprende".

Respecto a su pasión por los Carnavales, De León, apunta que "era muy carnavalero, pero más que eso yo diría que se preocupaba más por qué el que pasara por sus manos saliera espectacular y la gente en la calle reconocía el diseño del maquillaje de Julio Viñoly. Daba igual que el disfraz fuera feo, si él lo maquillaba lo hacía espectacular".

Nazaret recuerda numerosas anécdotas y momentos compartidos con Julio. "Fueron muchas, momentos increíbles. Fue siempre mi diseñador en las murgas por las que he pasado. Yo no quería otro y de hecho antes de marcharse me dejó el diseño del próximo Carnaval porque Las Chikirompis cumple 15 años y saldrá si Dios quiere con el diseño que él dejo para esta murga antes de volar al cielo".

Otros carnavaleros también han mostrado su admiración por la labor de Julio. Su muerte les ha provocado un enorme vacío "siempre estará en nuestros corazones".