El olor a puchero impregno ayer el ambiente del pueblo de Antigua. La tradición manda que el día grande de las fiestas patronales, como en la mayor parte de los pueblos rurales majoreros, el plato estrella sea el puchero. En la finca de la familia Torres Mesa esta costumbre se mantiene intacta desde hace una veintena de años. Un centenar de personas se sientan en la mesa aunque en diferentes turnos. Se dan cita, al margen de los familiares y amigos, una amplia representación de la vida política y social de Fuerteventura.
Juana Mesa Rodríguez (Lajares, 1948), Juanita como le conocen cariñosamente, es la maestra de ceremonia. Una catedrática en los fogones que aporta a sus platos los conocimientos que le transmitió su madre Elena. "Con ella aprendí a cocinar. Le ponía mucho cariño, especialmente al puchero. Me enseñó todos los secretos de la cocina majorera. En mi casa de Lajares, cuando llegaba la fiesta de San Antonio, los pucheros eran enormes", señaló Juanita mientras comienza a echar la carne en los inmensos calderos. Además, añade, que "como ya estoy mayor le he dado la receta a mi hijo Samuel, que le gusta cocinar. Ya le salen mejor que a mí. Quiero que no se pierda este plato tan popular no solo en Fuerteventura sino en todo el Archipiélago. A mi hija Noelia tambien le enseñé mis recetas de repostería.
Apenas había amanecido, en la finca Los Testabales ya se percibía un ajetreo poco habitual. Mientras tanto Juanita, ayudada por sus hijos Gustavo y Samuel, ponía en marcha los fogones y sobre ellos dos inmensos calderos. Cuando llegó el momento, se introduce la verdura y los cerca de 80 kilos de carne procedentes de dos carneros que se habían criado en la finca para esta ocasión. Tras cuatro horas de cocción llega el momento de probar no solo el resultado del puchero, sino también el de la sopa. La maestra da el visto bueno. "La carne ha quedado tierna y bastante jugosa, mientras que la sopa está perfecta de sal". También, agrega que "antes se hacía el puchero con carne de macho. Sin embargo, nosotros apostamos por la de cordero porque tiene menos grasa, es más suave y tiene y un sabor espectacular".
El patriarca de la familia, Juan Torres, que también colaboró en cortar la verdura y trocear la carne, aclara que " el cruce de la oveja canaria con la raza pelibuey da excelente resultados en cuanto a la calidad de la carne. Es más sabrosa y sin apenas grasa".
Poco a poco comienzan a llegar los invitados. Hasta cuatro mesas se han habilitado para acogerlos a todos. Una vez que consuman su plato de puchero llegan una enorme variedad de postres: arroz con leche, borrachuelos, bolitas de coco, suspiros y las tartas de Elena.
De la receta del puchero, Juanita sigue guardando se sectreto.
