Fuerteventura es tierra de cabras y queso. También, un territorio desértico donde el agua es un bien preciado, especialmente para el uso agrícola y ganadero. La isla tiene en el queso majorero su producto más internacional que continúa posicionándose en los mercados por su exquisita calidad. Los miles de kilos de queso que se produce anualmente también generan millones de litros de suero de leche de cabra, un residuo que viene ocasionando problemas en las ganaderías por su complicada gestión. Muchos los vierten de forma ilegal, otros se destina a la alimentación de muchas ganaderías porcinas. Por cada kilo de queso se puede generar en torno a los 8 litros de suero. Ahora, puede llegar la solución.
Paolo Mario Cerati (Italia, 1977) es un asiduo a visitar Fuerteventura. Este analista programador ha diseñado un proyecto para convertir el suero de la leche de cabra en agua destinada al cultivo de forrajes para los animales, el riego de jardines e incluso para la forestación del territorio insular. De momento, los ensayos realizados confirman la idoneidad de una iniciativa que se presenta interesante en una isla sedienta.
"Mi proyecto permite purificar cualquier tipo de aguas orgánicas, con la recuperación de casi todos los líquidos de manera ecológica, en ciclo cerrado y a cero consumo de energía", apunta Paolo.
Durante una de sus estancias en la isla planteó su proyecto a Tony Gallardo, director de la Reserva de la Biosfera de Fuerteventura. Gallardo le expuso la problemática que estaba generándolos residuos procedente de los sueros de leche de cabra. "Me puse a trabajar en el tema, realicé algunas experiencias en ganaderías de la isla y los resultados han sido espectaculares, ya que los análisis realizados demuestran que la purificación de los sueros es perfecta", señala el investigados italiano. Además, añade, que "mi patente NVT se encuentra registrada y galardonada por la Unión Europea".
Para llevar a cabo el citado proceso, se debe construir varios embalses. Al primero va destinado los sueros procedentes de la elaboración del queso. Aquí se introducen un molusco bivalvo de agua dulce, el anodonta cygnea y unio pictorum, conocidos popularmente como almeja y mejillón de agua dulce, que se comercializan en España. En el depósito permanecen durante un mes donde se comen la materia orgánica y crean unas bolas con métales pesados convertidos en arena. Se necesita unos 25 moluscos por metro cúbico de agua. Una vez que han realizado su trabajo, el agua sale totalmente depurada y lista para el riego.
Moluscos
Paolo Cerati asegura que el uso de estos moluscos no representa ningún peligro "porque no se pueden reproducir por la falta de agua dulce en la isla y además, necesitan la presencia de algunos peces específicos de parasitar que no están presentes en Fuerteventura". Además, aclara que "las características de estos animales de agua es que tienen una función única fisiológica de respiración-alimentación que lo obliga a filtrar y purificar el liquido en el que viven durante las 24 horas del día sin parar. Estas especies tienen una capacidad para filtrar dos litros a la hora, alimentándose de las partículas en suspensión", apuntó Cerati.
Los análisis y los ensayos de prueba realizado por el analista programador italiano desvelan que el proceso de purificación de los residuos del suero de leche de cabra "han demostrado la posibilidad de obtener agua clara en un tiempo medio que varía entre 25 a 35 días".
Paolo Cerati va más allá con su investigación sobre el tratamiento del suero de leche de cabra procedente de la elaboración del queso. "Este proyecto también se puede aplicar a los purines de los cerdos, otro problema ambiental que existe en la isla. Aplicando mi sistema de purificación, también se pueden convertir en agua".
