Túnicas blancas, mochilas azules y zapatillas al aíre. Son como unos ángeles caídos del cielo, aunque su presencia en la isla despertó no solo la curiosidad de los majoreros sino que levantó una pequeña alarma social. Son los llamados 'Los Ángeles de la Luz', una congregación que basa su supervivencia a través de la fe. El deambular por diversas zonas del territorio majorero en grupo, especialmente por las zonas rurales, y con la mencionada vestimenta no ha pasado desapercibida. Los hay que los definen de secta, mientras otros prefieren la nominación de grupo religioso.

La llegada de 'Los Ángeles de la Luz' no ha dejado indiferente a nadie en Fuerteventura. Recalaron en la isla hace tres semanas y tienen su residencia provisional en el pueblo de Tesjuates, en el término municipal de Puerto del Rosario. Allí , en una casa en régimen de alquiler, conviven las doce personas de diferentes sexos y edades, que forman parte de esta congregación. Son de nacionalidad española, también de diferentes países europeos, especialmente de Italia, e incluso existen algunos de procedencia canaria, en concreto de la isla de Tenerife.

Los vecinos cercanos a la casa donde residen los definen como "excelentes personas, educadas y pacíficas. No sabemos que viven personas en esa vivienda", apuntó uno de los residentes. Además, añadió, que " Son gente muy nobles y no entendemos la polémica que se ha generado con su llegada a la isla. Ojalá tengamos aquí personas cualificadas y tan educadas como ellos".

Amor, paz y libertad. Estos son los lemas de los Ángeles de La Luz que transitan por el globo terráqueo en busca de la paz y la tranquilidad, la misma que han encontrado a su llegada a Fuerteventura. También, el buen clima q ue tiene la isla prácticamente todo el año.

La agenda diaria de estos monjes se basa en la oración y la confraternización, así como en la búsqueda permanente de la paz y la verdad a través de la fe. Se levantan en torno a las cinco de la mañana y tras repasar las tareas del día también tienen tiempo para la oración. Sin embargo, también se acuestan muy temprano.

La alarma social que generó su llegada a la isla obligó a la Policía a abrir una línea de investigación para conocer las intenciones y los objetivos del grupo. Tras la identificación de los miembros del mismo se abrieron diligencias para ponerlas en conocimiento de las administraciones competentes y de las esferas policiales.

En su periplo diario por las distintas zonas por donde se dejan ver, van dejando diversa documentación pidiendo trabajo. Aseguran que tienen experiencias en terapias holísticas, como masajes, reflexología, reiki, counseling, meditaciones o visualizaciones. También se ofrecen como asistentes administrativos o para asistir a discapacitados y ancianos, para enseñar a niños y adultos minusválidos psicofícisos, traducciones al italiano o para impartir educación emocional a padres, niños y enseñantes. Además, también realizarían labores de lavandería y planchado.

Sin embargo, uno de sus objetivos es conseguir un nuevo domicilio más amplio y en pueblos tranquilos. Por ello, buscan una finca con diez estudios o cualquier alojamiento que disponga de unas diez habitaciones " incluso en casas unas cercas de otras o en un pequeño complejo turístico o camping". También, han anunciado que de no conseguir los objetivos que se han trazado al venir a Fuerteventura buscarán otro destino.

De momento, siguen en el municipio de Puerto del Rosario, y continúan llamado la atención por su vestimenta y sus mochilas azules, el mismo color que dicen alcanzan con la luz espiritual.