Propietarios de las embarcaciones deportivas y pescadores han vuelto a la carga con su vieja reivindicación de una estación de servicios de combustible en el muelle de Corralejo. Tras años de reclamar la gasolinera, los usuarios del puerto norteño continúan sin disponer de ella, a pesar de que el recinto está considerado el de mayor tránsito de la red de Puertos Canarios en pasajeros, mercancías y vehículos.
El que a su vez resulta el puerto más rentable de los dependientes de la Comunidad Autónoma sigue sin ver materializadas las reiteradas promesas de políticos e instituciones sobre su gasolinera. El Gobierno de Canarias continúa sin invertir la partida necesaria para acometer la ampliación de las instalaciones para dar cabida a la estación de servicios. Los presupuestos de la Comunidad autónoma contemplan para este año una partida de un millón de euros, cuando el proyecto prevé una inversión cercana a 40 millones.
El pasado año la inversión autonómica en el muelle de Corralejo 445.117 euros, destinados al proyecto de reordenación y mejora de la entrada al puerto y se realizaron actuaciones para lograr mejorar el espacio portuario.
La ausencia de una gasolinera viene provocando un enorme perjuicio para los usuarios de las embarcaciones, tanto propietarios de embarcaciones de recreo como pescadores. Esta carencia la suplen con garrafas para abastecer los barcos con el consiguiente peligro no solo por los vertidos sino por la manipulación del combustible en condiciones de inseguridad.
Los marineros adscritos a la Cofradía de Pescadores de Corralejo se aprovisionan de gasoil a través de un tanque con una capacidad de 10 toneladas que se encontraba instalado en el interior de la lonja y desde allí debían transportar el combustible en garrafas de 25 litros hasta sus barcos. La presencia del depósito en el mismo inmueble donde se manipula el pescado o se almacena las capturas no cumplía con las normas de seguridad e higiene alimentaria. Por este motivo, aunque se ha tardado muchos años, se ha optado recientemente por trasladar el depósito hasta la zona del travel lift.
Los propietarios de los barcos de recreo critican la desidia del Gobierno de Canarias de no agilizar la concesión de la gasolinera. "Nos vemos obligados muchas veces a tener que desplazarnos hasta los puertos deportivos de Lanzarote para repostar y otros compañeros con embarcaciones de menor eslora lo hacen con garrafas. Es una imagen tercermundista", apuntó el dueño de un yate que tiene como puerto base el muelle de Corralejo.
Sin embargo, las embarcaciones que cubren las líneas del transporte marítimo entre las islas de Lanzarote y Fuerteventura o bien los que realizan el trayecto entre Corralejo y Lobos e incluso las patrulleras del Servicio Marítimo de la Guardia Civil cargan el combustible a través de vehículos cisterna en el mismo muelle.
Puertos Canarios adjudicó en 2013 la concesión administrativa que permitía la ocupación de dominio público para la construcción y explotación de una estación de servicio de combustible en el puerto de Corralejo. La concesión en el puerto se adjudicó a la empresa Domofuture Green Alliance.
Se trataba de una concesión demanial por un plazo de 15 años, por la que el concesionario debería abonar a Puertos Canarios un canon anual de 91.048,38 euros. La construcción de la estación requerirá a la empresa adjudicataria una inversión de 749.321 euros, según el proyecto presentado al concurso.
La empresa adjudicataria debía proporcionar el servicio de suministro de combustible a barcos, quedando como servicios orientativos el de cafetería, venta de productos navales, suministro de combustible a vehículos o pequeño minimarket; dar suministro a los pescadores a coste subvencionado y dar suministro a las embarcaciones deportivas y recreativas.
Sin embargo, en julio de 2016, Puertos Canarios dio por concluida la tramitación de la citada concesión por no haber suscrito la empresa adjudicataria el pliego de condiciones, aunque ahora parece que se vuelve a activar el citado procedimiento de nuevo.
El Ejecutivo tramitó por primera vez la ampliación del muelle de Corralejo en 2011, el concurso quedó desierto en 2015 tras haberse tramitado bajo una fórmula de concesión administrativa, que planteaba a las empresas concurrentes asumir la inversión de las obras a cambio de la explotación.
