Los guardias de seguridad acordonan la entrada y el aparcamiento del hotel Ushuaïa, en Platja d´en Bossa. Muchos turistas esperan impacientes, móviles en mano, la llegada de Paris Hilton y su hermana Nicky.

La tensión aumenta cuando dos taxis colisionan enfrente del hotel, justo donde el coche en el que llegan las Hilton tiene que aparcar. Los taxis se retiran con rapidez siguiendo las órdenes del equipo de seguridad. Uno de sus miembros avisa a su compañero por el walkie talkie: «Ya están aquí». La masa de fans que aguarda detrás del cordón enloquece y grita el nombre de Paris al ver llegar a los dos Mercedes. «¡Oh!, ¡Paris!», chillan las groupies. Se abren las puertas de los dos vehículos negros y miles de flashes inmortalizan a las hermanas Hilton. Un miembro del personal del hotel carga con sus bolsas.

Paris, que luce un vestido largo, saluda a los medios y a sus emocionados fans con la mano y una gran sonrisa. La heredera del imperio hotelero Hilton entra en el Ushuaïa seguida de fotógrafos, periodistas y personal del hotel. En la recepción, la actriz se fotografía con Estela Ferrer, de 11 años y ahijada de Toni Ferrer, dueño de Terrenauto, empresa que patrocinó, junto al propio hotel e Ibiza Model Awards, la llegada de Paris al establecimiento.

Paris y su hermana, pendientes de sus móviles, llegan a la terraza del hotel, donde los turistas se emocionan al verlas entrar: «¡Paris, eres la mejor!». Ella les dirige su eterna sonrisa y desaparece por las puertas del bloque Lima, donde se encuentra su habitación.