La jueza Stephanie Sautner de la Corte Superior del condado de Los Ángeles (EE.UU.) revocó a la actriz Lindsay Lohan su libertad condicional y le fijó una fianza de 100.000 dólares por incumplir la pena impuesta por el tribunal relativa a un delito de hurto y a otro por conducir ebria.

Lohan, de 25 años, regresó a los juzgados y volvió a ser esposada tras escuchar cómo la magistrada revocaba su libertad condicional y le fijaba una fianza de 100.000 dólares, que fue depositada minutos después por sus abogados, con lo que quedó libre hasta la celebración de una nueva vista sobre su caso el 2 de noviembre.

La que fuera estrella de Disney fue expulsada recientemente del programa de servicio comunitario en un centro de mujeres de Los Ángeles por no comparecer en 9 ocasiones para cumplir con las horas de trabajo social que le impuso la jueza Sautner a condición de dejarla en libertad.

En un intenso debate en la corte, la defensa de Lohan explicó a la magistrada que su cliente tenía un año para completar las horas de servicio comunitario exigidas y que solo habían pasado seis meses en los que la actriz había tenido que salir del país por motivos laborales.

La jueza se mostró molesta por la actitud de Lohan y aseguró que la actriz no se daba cuenta de que la "libertad condicional" era "un privilegio".

El tribunal estableció una nueva vista para el 2 de noviembre para tratar las consecuencias de esa violación de la libertad condicional y exigió que Lohan, en caso de pagar la fianza, realizara 16 horas de servicio comunitario desde hoy y hasta la próxima sesión en la corte.

La jueza Sautner podría sentenciar a Lohan a un año y medio de cárcel.

Lindsay Lohan tiene problemas con la Justicia desde el año 2007 cuando fue detenida por conducir ebria, un caso que se fue complicando debido a sucesivos desplantes de la intérprete, que falló a la hora de cumplir con las órdenes judiciales.

El pasado mes de enero, cuando aún estaba en libertad condicional por el delito anterior, volvió a los tribunales acusada de apropiarse de forma indebida de un collar en una joyería en Los Ángeles.

La jueza Sautner la condenó entonces a 120 días de cárcel y a realizar 480 horas de servicios a la comunidad, una pena que fue conmutada por 35 días de arresto domiciliario debido a la falta de espacio en las cárceles del Estado y a que los delitos de la actriz eran de carácter menor.

Desde junio Lohan quedó nuevamente en libertad condicional y tenía pendiente de completar sus horas de trabajo social para terminar con sus conflictos legales.