Aníbal Ramírez León¶

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA¶

Gran Canaria dispone ya de su primera Brigada de Inspección de

Incendios Forestales (BIIF). Esta unidad, adscrita a la Consejería

de Medio Ambiente y Aguas del Cabildo de Gran Canaria, investiga

desde hace dos años los fuegos en masas forestales y zonas agrícolas

periféricas para determinar su causa y, en su caso, su responsable.¶

La puesta en escena de la BIIF en la isla aporta ya un conocimiento

riguroso de las razones por las que se genera un incendio forestal,

lo que permite descubrir conflictos y posibilitar su resolución,

así como la tramitación de sanciones administrativas o procesos

penales.¶

Para la consejería, que dirige José Jiménez, la unidad que ahora

conforman cinco agentes inspectores supone una disciplina fundamental

así como un claro elemento preventivo de estos siniestros que

amenazan a la Isla todos los veranos.¶

De las investigaciones realizadas por la BIIF, desde su puesta

en marcha a finales de 2004, se puede sacar como conclusiones

que en el área forestal de Gran Canaria priman los incendios

por negligencia a los intencionados o dolosos.¶

Los incendios negligentes responden a un uso indebido de maquinaria

o de quemas de rastrojos que dan lugar de forma directa a un

fuego. En el caso de los dolosos, la gran mayoría están promovidos

por el incendiario -el que prende fuego por una motivación económica

o de venganza- y en contadas ocasiones por el pirómano. ¶

El responsable de la nueva unidad del departamento insular de

Medio Ambiente y Aguas, Juan Carlos Santana, señaló que ambos

casos responden "a diferentes patrones de quemas y los intencionados

son más difíciles y requieren una mayor investigación y seguimiento

al tener un componente reiterativo".¶

Así tenemos que en los incendios por negligencia en un porcentaje

del noventa por ciento se descubre a su responsable, mientras

que en los intencionados es mucho más complicado y requiere un

mayor seguimiento para conseguir pruebas contundentes.¶

Una vez se incoa el expediente del siniestro o incidente, según

cual sea su consideración, se remite como una infracción administrativa

al servicio de disciplina correspondiente o si es de tipo penal

a la vía judicial. En cualquier caso, hay que tener en cuenta

que la mayoría de los incendios forestales están tipificados

como delitos. ¶

El dispositivo de actuación de la BIIF se inicia desde el momento

en que se origina un fuego en el monte y se da comunicación al

servicio de extinción de incendios.¶

El grupo de turno de los agentes inspectores se personan en el

lugar y empiezan su investigación. "Es como releer el incendio

desde el final para llegar al principio", explica Juan Carlos

Santana. ¶

Los indicios que derivan de la propagación e intensidad del fuego

lleva a lo que se llama la zona de inicio. Ésta es objeto de

un mayor observación para fijar el área de inicio que se delimita

con unos cuerdas .¶

Un rastreo pormenorizado de ésta determina a los agentes el mismo

punto de inicio o ignición del fuego. Es una zona pequeña, de

unos metros, que se tamiza con unas calles que se analizan milimétricamente

hasta hallar un elemento ajeno, sobre todo, un acelerante de

combustión. ¶

El uso del snifer, un detector de partículas de gases, permite

conocer el agente inflamable (gasolina, petróleo, vela o pintura,

entre otros). El expediente se completa con entrevistas a vecinos

(actas de manifestación) y su resolución.¶

La unidad del Cabildo, integrada en la actualidad por cinco

agentes, busca las causas y al culpable del fuego para proceder

a una sanción administrativa o penal Los siniestros por negligencia

debido al mal uso de maquinaria y quema de rastrojos priman sobre

los intencionados por motivos económicos o venganza¶