La crisis por la que atraviesa la exportación de plantas y flores ha causado ya el cierre de varias empresas y el despido de la mitad de los trabajadores -unos 450-, en los últimos tres años, con una especial incidencia en el Noroeste de Gran Canaria. La patronal Asocan reclama la ayuda urgente de las instituciones para evitar el fin de una actividad que representa el 12% de la economía agrícola de las Islas.

"Estamos en una situación desesperada, porque aquí hay una verdadera crisis". El tomate, el plátano y ahora las plantas. Los productores está en una situación crítica que arrastran desde hace tres años, y que amenaza la nómina de muchas familias.

El problema es especialmente acuciante en el Noroeste de Gran Canaria y, de forma particular, en Gáldar, donde se concentra la práctica totalidad de los cultivos de exportación. Pero el problema tiene consecuencias más profundas, ya que la zona está especialmente castigada por el desempleo, y porque repercute en un colectivo laboral de difícil recolocación por su edad y estudios. Para hacernos una idea del impacto que causaría el abandono de las fincas hay que tener en cuenta que dejar sin empleo a los trabajadores de plantas y flores supondría que la lista del paro crecería un 18% en Gáldar.

COMPETENCIA. El presidente de la asociación de cosecheros y exportadores de flores y plantas vivas de Canarias (Asocan), Lennart Lovén, requiere el apoyo inmediato de las instituciones para poder comenzar en las próximas semanas la nueva zafra.

Lovén achaca la raíz del problema a la devaluación del dólar norteamericano frente al euro, ya que permite adquirir el producto en los mercados hispanoamericanos a un coste muy inferior al que ofrece Canarias. "El esqueje les sale por unos cuatro céntimos, cuando nosotros lo ofrecemos entre seis y ocho céntimos en destino", dice.

A esto se suma, añade, la incertidumbre sobre el pago de ayudas al transporte, ya que se están abonando hasta con dos años de retraso, con lo cual "no podemos repercutirlo en el precio"; así como que las ayudas europeas del Poseican exterior 'castigan' a las empresas frente a cooperativas y sociedades de transformación.

El resultado es que en apenas tres años varias empresas han cerrado sus puertas y que la mitad del empleo se ha visto en la calle, repercutiendo de forma directa en Gáldar, Guía y Agaete, y localidades como Valsequillo.

Lovén apunta que gran parte del sector se está reconvirtiendo en viveros para vender en el mercado interior. "Cada vez se hace más difícil competir en el mercado exterior", reconoce el presidente, que lamenta que en estos momentos se ofrezcan más ayudas para cultivar en otros países que mantener la actividad económica en Canarias.

Asocan solicita al Gobierno su apoyo para firmar créditos blandos con los bancos para poder afrontar la zafra durante el próximo mes, y nuevas ayudas para la modernización. En estos momentos , las empresas acumulan una deuda de unos tres millones de euros, y las perspectivas son oscuras, como también para muchas familias. "Gáldar no puede permitirse el lujo de que cierren las empresas", admite el dirigente patronal.