El supuesto pago de una comisión ilegal de 180.000 euros a Francisco Gordillo, el ex asesor de Toñi Torres, por parte del dueño de la constructora Mazotti, Alejandro Navarro, podría tener tras de sí no solamente la adjudicación del proyecto de un parquin subterráneo en Telde, sino también otra serie de jugosos contratos con la empresa municipal Urvitel, cuya consejera delegada era Torres.

En un informe emitido por la Brigada Provincial de Información en febrero pasado, los agentes del caso Faycán indican que los presuntos acuerdos ilícitos entre ambas partes -de los que supuestamente sería conocedor el ex gerente de Urvitel Juan Carlos Saavedra- incluyeron el contrato para la construcción del depósito de vehículos municipal de El Goro, y la prestación del servicio de grúas, asignada en 2005 a Bituminosos Canarios, filial de Mazotti.

La policía apunta, además, que al 'lote' se sumó "el desbloqueo de una serie de pagos atrasados que Mazotti tenía pendientes con el Ayuntamiento, circunstancia que trató Gordillo con Navarro", y fundamenta esta teoría en varias escuchas telefónicas con estas personas como protagonistas.

Una de las principales cuestiones en las que más inciden los agentes son las casi incontables anomalías detectadas en el expediente del potrero, cuyo importe rondó los 900.000 euros. Tras recabar documentos en el Ayuntamiento y analizarlos, la Brigada asevera que Navarro se hizo con los trabajos "sin que se hubiera llevado a cabo aún un concurso de adjudicación".

LISTADO. También subraya que el recinto, según su tesis, se desarrolló de forma distinta al permitido por el Plan General. Otras irregularidades denunciadas son, por citar unas pocas, la inexistencia de un proyecto básico, un informe favorable emitido por el ex jefe de Urbanismo, José Luis Mena, para ceder el terreno a Urvitel cuando ya el potrero estaba casi hecho, la tramitación de papeles a destiempo para intentar dar apariencia de legalidad, la carencia de otros muchos (cuatro permisos distintos, según un arquitecto), la falta de una firma en un acta de replanteo, anomalías en las certificaciones de obras de Mazotti y la desaparición, en Urbanismo, de expedientes alusivos a El Goro, estando uno de ellos, el 2063/02, "en manos de Mena según el último movimiento de la base de datos de la Concejalía".

En el caso del servicio de grúas, y a pesar de que había otras tres empresas interesadas, los agentes creen que la adjudicación a Bituminosos (Mazotti) fue una farsa porque ya se había "pactado" otro soborno. Lo curioso es que en aquel procedimiento Mazotti presentó la oferta económica más barata de las cuatro, lo que prácticamente le aseguraba ganar el concurso.

Pese a ello, Gordillo y Saavedra acordaron por teléfono no decir nada a Navarro. Al parecer, según la policía, para poder cobrar la comisión prevista al hacerle creer que el proceso se había amañado.

Por último, en el capítulo del parquin, a levantar en suelo público, se constató una modificación de los precios de venta de las plazas y el cambio de locales comerciales por oficinas siguiendo un criterio del empresario.