Sacrificar un día soleado de playa para participar en un acto de protesta ya es un hecho elogiable. Ayer más de 5.000 vecinos de todas las edades unieron sus manos en una cadena humana, que se extendió más de cuatro kilómetros desde Playa del Ingles hasta Maspalomas, como una nueva protesta del Consejo Abierto de Vecinos de Castillo del Romeral contra la cárcel.

Ante el asombro de bañistas y turistas, coincidiendo con una de las horas más altas de pleamar que se tradujo en un fuerte oleaje, los miles de ciudadanos expresaron una vez más su no rotundo a la construcción del penal, esta vez provistos de pancartas y letreros en varios idiomas, para provocar la atención de turistas y usuarios en general.

En el transcurso de las dos horas que duró la protesta, muchos bañistas se incorporaron a la cadena, entre ellos, vecinos del Confital: "Lo que han hecho aquí por la cara es lo mismo que sufrimos nosotros en el Confital. Otra nueva construcción que se hace sin respetar ningún tipo de plan parcial. Es una vergüenza", denunciaba un portavoz.

Por su parte, el patriarca de una familia de británicos también mostraba su indignación: "Yo resido desde hace cuatro años en Castillo del Romeral. Vine con mi familia a vivir a las Islas pensando que esto era parte de Europa. Sin embargo, veo con vergüenza cómo los políticos de aquí hacen las cosas sin contar con las normas europeas. Esta cárcel es ilegal, y tarde o temprano se demostrará". Tampoco dudaron en unirse a la protesta determinados políticos, especialmente los concejales del grupo mixto y de la oposición. Junto al concejal del Partido Popular, Fernando Toribio, estuvo Francisco Guedes (Grupo Mixto), y miembros de Agrupación de Vecinos, con su líder a la cabeza, Marco Aurelio Pérez. Y como ya lo ha hecho en otras ocasiones, el ex concejal socialista Francisco Rodríguez, que actualmente forma parte del grupo de los no adscritos por apoyar a los vecinos.