La Guardia Civil refuerza la investigación sobre el niño Yeremi Vargas, que desapareció hace dieciocho meses en Vecindario, con la incorporación de seis nuevos agentes pertenecientes a la Unidad Central Operativa (UCO) procedentes de Madrid.

La familia del menor asegura que esto supone para ellos una mayor tranquilidad, ya que a pesar de que la investigación transcurre en el más absoluto hermetismo "si traen refuerzos es por algo; eso es que siguen una pista concreta". Ithaisa Suárez, madre de Yeremi, que en la actualidad tendría ocho años, no pierde la esperanza de encontrar a su hijo vivo a pesar del tiempo transcurrido. "No puedo olvidar lo que pasó", asegura, "ya que para una madre es imposible; para mí el tiempo va en contra. En mi caso, no puedo decir que el tiempo es el olvido, ya que tengo a mi hijo muy presente".

Ithaisa continúa de baja laboral y en tratamiento psicológico al igual que algunos miembros de su familia. "Yo sé que muchos piensan que deberíamos tener más ayuda por parte de las autoridades ... no lo sé... pero no puedo negar que los miembros de la UCO siempre se han portado muy bien con nosotros y nos mantienen informados en cada momento".

La familia agradece las muestras de cariño y de apoyo que todavía reciben. "La gente no se olvida que un menor desapareció mientras jugaba junto a su casa como cualquier otro niño y que nunca más se supo de él; esta historia no puede acabar así y sigo pensando que mi hijo puede estar vivo".

INVESTIGACIÓN. La madre de Yeremi quiere destacar el interés y preocupación que siempre ha mostrado el alcalde del municipio de Santa Lucía, Silverio Matos. "Siempre está en contacto con nosotros y se preocupa por nuestra situación; nosotros valoramos mucho que la gente no se olvide de Yeri, los primeros meses de la desaparición nuestra calle estaba llena; es normal que la gente no se interese tanto, pero lo que sí debe ir a más es la investigación, que cada vez está más reforzada".

Ithaisa intenta mitigar el dolor con la educación de su otro hijo, que sólo ha podido disfrutar de su hermano apenas unos dos meses. Todavía señala uno de los muchos carteles que se conservan en Vecindario y sonríe reconociendo a Yeremi.