El Cabildo de Gran Canaria regulará de forma "preferente" las áreas de acampada en las que se practica esta actividad sin ordenación. Se trata sobre todo de áreas que están en las playas salvajes de la Isla. El consejo de gobierno insular aprobó ayer el inicio del procedimiento de aprobación del plan territorial especial de ordenación de instalaciones recreativas, divulgativas, científicas, deportivas y áreas de acampada fuera de áreas urbanas (PTE-36).

Guayedra, El Risco, Roque Prieto, Güi-Güi, playa de Tasartico, playa de Tasarte, Veneguera, litoral de playa de Mogán a La Verga, barranco de La Mina, Hoya del Fraile, Cortijo de las Huertas, barranco de Los Cernícalos y presa de Ayagaures son las zonas a las que se dará prioridad "tanto por la intensidad de su ocupación actual como por el impacto que genera".

El Plan Insular de Ordenación fija también que en otras áreas pendientes de regulación se deben prever las medidas oportunas para evitar la intensificación de su ocupación, como es el caso de El Burrero, playa de El Juncal, Roque Bermejo, Vargas, El Cabrón, Juncalillo del Sur, Tarajalillo y sector litoral entre Meloneras y Arguineguín.

El consejero insular de Política Territorial, Emilio Mayoral, señaló que para el primer trimestre de 2009 se aprobará el avance de PTE-36, que además de las acampadas, regula el excursionismo y la red de senderos, áreas recreativas, zonas de interés educativo y científico (Jardín Canario, Osorio, Caldera de Bandama o Roque Bentayga), y actividades recreativas marítimas.

El mencionado plan territorial especial deberá hacer un análisis de la oferta actual y su demanda, la regulación de la actividad y su mantenimiento, así como la localización de nuevos enclaves. A este respecto se apunta la inclusión de senderos de corto recorrido en las zonas menos cubiertas como apoyo a las actividades en torno al turismo rural.