Los restos humanos prehispánicos hallados en 1988 durante la construcción de la autopista al Sur en el tramo entre Tarajalillo y Pasito Blanco serán analizados ahora en profundidad a través de un convenio de colaboración entre Cabildo, Ayuntamiento de San Bartolomé y el Gobierno de Canarias para recuperar este patrimonio histórico de Gran Canaria.

Milagros Luis Brito, consejera de Educación del Gobierno de Canarias, realizó ayer una visita a la nave ubicada en Lomo Gordo, donde se guardan los restos funerarios, junto a la alcaldesa Mari Pino Torres y María Aránzazu Gutiérrez, directora general de Cooperación y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias. El proyecto de investigación de estos recursos cuenta con una dotación de 180.000 euros y dispone de un plazo inicial de dos años. Además, el Ayuntamiento de San Bartolomé se ha comprometido a adaptar el espacio a la visita pública para acercar a la sociedad los trabajos arqueológicos.

REALIDAD. Brito destacó que este proyecto "ya es una realidad" y añadió que "Gran Canaria merece que estos restos sean debidamente estudiados y puestos en valor para la investigación y, seguramente, para hilvanar mejor las bases de la identidad y el conocimiento del pasado preeuropeo de la Isla". Los responsables políticos culparon a la falta de acuerdo o de interés como posibles causas para las dos décadas de espera en el desarrollo de este yacimiento.

Hasta 145 paquetes extraídos con un sistema de poliuretano expandido componen los restos necrológicos. De éstos, se han excavado 11, en los que han aparecido 18 cuerpos, por lo que se desconoce el número de extintos que alberga la nave. La necrópolis se relaciona con el poblado de La Perera y en un principio, hasta que el carbono 14 lo desmintió, se pensó que los cadáveres correspondían a la Guerra Civil, porque algunos, encontrados a ras de suelo, tienen agujeros en el cráneo. Según explicó el arqueólogo, Valentín Barrera, están producidos por las varas de los tomateros.

Los restos analizados, hasta ahora, han sido trasladados al Museo Canario para su correcta conservación. El proyecto contará con una comisión de seguimiento que dispondrá del futuro de las piezas al tiempo que se van viendo los resultados y el valor de los mismos. Al final del trabajo se decidirá si se considerara oportuna la creación de un museo.