Los arqueólogos han terminado los trabajos de excavación y de exhumación de los restos óseos en el pozo del Llano de las Brujas de Arucas tras recuperar un total de 24 cuerpos que habían sido arrojados a esta fosa durante la represión que se produjo en la Guerra Civil española.

Los forenses anuncian que habrá un retraso en la entrega de los resultados de identificación de cada uno de los cuerpos debido a que están estropeados algunos de los huesos de los últimos cadáveres llevados al Laboratorio de Genética Forense de la ULPGC. Los técnicos esperan que las conclusiones del trabajo de identificación estén acabadas tras las vacaciones de verano, en septiembre u octubre.

En la actualidad, los operarios realizan las obras de acondicionamiento y limpieza en el pozo y en sus alrededores con el fin de dejarlo en el mejor estado posible para entregarlo en breve al propietario del terreno. Los técnicos ya retiraron la maquinaria que se ha utilizado y queda por sellar la fosa, la cual quedará con su brocal pintado de blanco y mucho mejor de como estaba al principio. Antes de iniciarse la excavación, el pozo estaba abierto, rodeado de una malla, con bidones -la mayoría estaban oxidados- y con mucha vegetación.

Después de dar por terminada esta fase de excavación, todas las partes -el Ayuntamiento y la Asociación por la Memoria Histórica de Arucas, entre otras entidades- están pendientes de los resultados de identificación de los 24 esqueletos.

La edila de Patrimonio Histórico, María del Carmen González, aseguró: "Los trabajos avanzan muy bien. No estamos parados, como dicen algunos". La concejala dijo que pretende reunirse pronto con representantes de la Asociación por la Memoria Histórica para dar más información. Mientras, el colectivo de familiares protesta por falta de comunicación con la edila.