La agricultura grancanaria ha recuperado para su actividad casi 400 hectáreas de terrenos abandonados para el cultivo de plantas forrajeras y en menor medida para la plantación de almendreros, olivos y árboles frutales. La pionera iniciativa puesta en marcha el año pasado por la Consejería de Vivienda y Arquitectura, Agricultura, Ganadería y Pesca y Aguas del Cabildo de Gran Canaria prevé incrementar esta superficie en 130 hectáreas más con una segunda convocatoria de subvención habilitada este año para rescatar antiguas fincas.

El departamento insular, que dirige Demetrio Suárez, ha auxiliado con 300.000 euros esta recuperación agrícola que se ha centrado en la plantación de forrajes para alimento del ganado con 366 hectáreas, seguido de los denominados frutales rústicos con 16,5 hectáreas. Los municipios que más han recuperado terrenos baldíos han sido San Bartolomé de Tirajana, Santa María de Guía, Valsequillo, Teror, Agüimes y Las Palmas de Gran Canaria.

La subvención otorgada por el Cabildo de Gran Canaria a los peticionarios que presentaron ofertas fue de 0,012 euros por metro cuadrado en caso de planas forrajeras, y para el resto de los cultivos de 0,01 euros. La convocatoria de 2008 para la recuperación de tierras abandonadas se licitó en octubre de 2008, resolviéndose la misma el pasado 30 de junio. Ante el éxito registrado, el equipo de Demetrio Suárez tiene en marcha una segunda campaña para la recuperación agrícola de la isla.

El técnico del área de Agricultura, Ganadería y Pesca de la corporación grancanaria, José Corcuera, destacó que los terrenos baldíos pierden cualidades por lo que en su puesta en marcha lo mas práctico es usar cultivos que no requieran "una técnica complicada y tierras preparadas".

Los denominados árboles rústicos, por su parte, permiten su cultivo en laderas y bancales, sin que se requiera nivelar o abonar las tierras. Corcuera indicó que los almendreros, olivos y manzanos exigen un mantenimiento sencillo, consistente en quitar hierbas y hacer una segada.