La recuperación de los recursos cinegéticos de Gran Canaria, conejo silvestre y perdiz roja como especies principales y paloma bravía, tórtola, codorniz y especies asilvestradas como secundarias, requiere una inversión de tres millones de euros en los próximos cinco años. El Cabildo grancanario promueve esta intervención a través del Plan Insular de Caza, cuyo documento de avance acaba de pasar su periodo de alegaciones para, una vez resueltas, debatirse su posterior aprobación.

El objetivo del primer documento de ordenación de esta actividad en la isla, tras los intentos fallidos anteriores, consiste "en la consecución del estado de carga ordenada mediante la definición de una serie de medidas o planes de mejora, cuya implantación permita el paso de la carga actual (inferior a la natural) de las especies cinegéticas, a la carga ordenada máxima y mínima". Un estudio de campo, que ha dado lugar a la polémica orden de veda de esta temporada, concluye que en la mitad de la isla la densidad del conejo por hectárea es igual o inferior a 0,3 ejemplares, umbral que se encuentra por debajo de la población aconsejable para la supervivencia del principal recurso cinegético de la isla.

La financiación del Plan Insular de Caza se asumiría con los ingresos de tarjetas, licencias y cotos, que en los últimos seis años ha venido autogestionando los propios cazadores a través de la Asociación de Sociedades de Gran Canaria. El Cabildo ya ha anunciado su decisión de rescatar la gestión de esta actividad ante los malos resultados a través de un órgano público.