El proyecto del Cabildo de Gran Canaria para unir la capital de la isla con la zona turística del Sur a través de una línea ferroviaria es "una acción innecesaria que va a hipotecar cualquier otra inversión pública en Canarias", dijo ayer el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Antonio González Viéitez. Unos estudios, realizados por las empresas Epysa y Edei a iniciativa de Global Transportes, sitúan el coste de esa financiación en unos 1.600 millones de euros.

González Viéitez fue ayer uno de los ponentes del debate El tren en Gran Canaria, una iniciativa de los ecologistas Ben Magec celebrada en el Gabinete Literario y también contó con la participación de Roque Calero, director del Plan de Desarrollo Sostenible de la comarca del Sureste de Gran Canaria. Los dos, junto al portavoz de Ben Magec, Alberto Martín, cuestionaron la idoneidad de realizar una inversión tan fuerte en una opción de transporte que no resulta demasiado atractiva frente a la del servicio de guaguas y las posibiliadades de constituir un modelo más sostenible a partir de ellas.

"No será un tren de alta velocidad, lo que estamos haciendo es traer el sistema ferroviario del siglo XIX a Canarias, mientras este futuro próximo estará marcado por el medio ambiente y las energías renovables", señaló Viéitez. El catedrático considera que esa alternativa no solucionará los problemas de movilidad de los ciudadanos y tampoco actuará de forma sostenible.

Roque Calero, por su parte, aseguró que el funcionamiento del ferrocarril dependerá de los combustibles fósiles que se queman en las centrales eléctricas, por lo que tendrá una alta repercusión en contaminación. "Nadie puede pensar que una locomotora de 6.000 CV se va a poder accionar directamente de un parque eólico", afirmó.

Para Calero, el tren es un sistema rígido que obliga a la creación de un sistema de transporte complementario. "No se puede hablar de un tren sin hablar de la redistribución completa de todo el tráfico público. La mayor parte de las personas que usen el tren van a necesitar múltiples transbordos, por lo menos dos", explicó éste, que añadió: "El resultado es que se va a encarecer muchísimo el transporte y desde luego será mucho más costoso en tiempo".

Además, señaló que actualmente el incremento de los costes del petróleo repercute en el sector del transporte terrestre en una menor movilidad.