Los usuarios, los técnicos, los monitores y la dirección de la Comunidad Terapéutica La Fortaleza de Ansite, en Santa Lucía, viven preocupados por su futuro. El anuncio de recortes en las ayudas a los centros de atención a personas con drogodependencias que prevé el presupuesto de la Comunidad Autónoma para 2010 les crea inquietud.

"Si Sanidad reduce el presupuesto en más del 20%, la opción más probable es que el Ayuntamiento de Santa Lucía renuncie a la gestión de la comunidad terapéutica y la devuelva al Gobierno de Canarias", dijo el gerente de La Fortaleza de Ansite, Paco Falcón. "En esa tesitura habrá recortes y reestructuración de personal, bajarán los costes de mantenimiento y disminuirán los ingresos de las personas que necesitan rehabilitación".

Falcón apuntó un panorama sombrío: "Una reducción drástica afectará al programa de seguimiento de las altas, producirá el cierre de la casa terapéutica y la calidad del servicio disminuirá en un 40%". "Es un jarro de agua fría. La mayoría de los integrantes de la comunidad vivimos en la incertidumbre", dijo.

Uno de los promotores de la comunidad terapéutica, Manuel Martín Pico, reconoce que "la situación es crítica y hay que adaptarse a los ajustes". "La comunidad debe seguir funcionando ciñéndose a los presupuestos. Aquí lo que debe primar son los usuarios y no los puestos de trabajo", indicó Martín.

A su juicio, "es importante que el recorte, si ha de hacerse, se haga de la forma más justa, porque es muy preocupante que nos quedemos sin la única comunidad terapéutica que hay en la isla de Gran Canaria".

El usuario José Cruz Castellano manifestó: "No es acertado poner en riesgo una comunidad terapéutica como esta, porque está haciendo una buena labor social". "Si no fuera por la comunidad estaríamos tirados en la calle. Aquí nos tienden una mano para lograr una inserción social y laboral", expresó satisfecho de su acogida en Ansite. Cruz se atrevió a sugerir que "de reducirse los gastos en los presupuestos, públicos han de empezar por los políticos y militares".

La educadora Verónica Santana, indicó que los integrantes de la comunidad viven "una situación crítica por los posibles recortes". "Esto es desagradable sobre todo para los chicos y también para los trabajadores porque nos podemos quedar sin empleo", comentó. Para Verónica Santana, "un servicio de rehabilitación como éste es difícil tenerlo y es una pena perderlo".