Desde el acta fundacional del Cabildo en 1913 hasta los acuerdos del último pleno, toda esa documentación se podrá consultar en el nuevo archivo general de Gran Canaria, inaugurado ayer por el presidente insular, José Miguel Pérez, y por el secretario de la corporación, Luis Montalvo Lobo, quien no pudo reprimir unas lágrimas de emoción al descubrir que todos los grupos políticos del Cabildo habían decidido en secreto que el edificio lleve su nombre.

El archivo albergará todos los documentos administrativos del Cabildo, parte de la biblioteca insular y la hemeroteca, pero sus principales tesoros son los legajos de los siglos XVIII y XIX que se almacenaban en el antiguo Hospital de San Martín. Algunos de estos fondos históricos se exhiben en la sala destinada a los investigadores y público en general, con 12 ordenadores para consultas.

El archivo general está ubicado en un edificio del Cabildo en El Secadero, en la antigua carretera a Tafira, y dispone de las últimas tecnologías en documentación, almacenaje y seguridad, según explicó el presidente José Miguel Pérez durante la visita inaugural. Tiene una capacidad de 12.000 metros lineales y ha costado 1,7 millones de euros.

La intención es unificar todos los archivos del Cabildo, ahora dispersos en varias dependencias, y emprender la recuperación de documentos referidos a Gran Canaria -el original o una copia digitalizada- que están en manos privadas, en archivos históricos nacionales como el de Simancas e incluso en el extranjero, en países como Inglaterra, Alemania o Francia. Además, desde las nuevas instalaciones se prestará apoyo técnico a los ayuntamientos y a las instituciones religiosas para recuperar y proteger los archivos municipales y parroquiales.

Un primer objetivo es conseguir el archivo particular del político y médico grancanario Juan Negrín, último jefe de gobierno de la República, que tendrá una sede propia en el barrio de Vegueta.

Aparte de las actas de la constitución del Cabildo en 1913, Pérez resaltó documentos como la toma de posesión del primer Cabildo democrático tras la dictadura de Franco o los legajos conservados de la Junta de la Caridad de finales del siglo XVIII. Recordó que la práctica totalidad de los documentos históricos de Gran Canaria desapareció a principios del siglo XIX, cuando se quemó el anterior edificio del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en Santa Ana.

"La documentación que se guardaba allí se perdió, el legado de toda la historia de la isla, fue una auténtica desgracia para la memoria y para el conocimiento de nuestra isla", señaló Pérez. El fuego ya no es peligro para los documentos, porque el archivo cuenta con un sistema contraincendios de agua nebulizada, que no estropea el papel. En todo caso, ya se están digitalizando todos los documentos, que son una memoria imprescindible para comprender la historia del Cabildo y de la propia isla de Gran Canaria.