La riada que anegó la localidad de Tasarte el pasado 21 de diciembre "podría volver a ocurrir en otros sitios similares" de Gran Canaria, por lo que el Cabildo va a revisar los barrancos del sur de la isla y a construir protecciones en los cauces para evitar que los derrubios de laderas lleguen a zonas urbanas.

Ésta es la solución que plantean los técnicos del Consejo Insular de Aguas para la reconstrucción del barrio de El Palillo, en la localidad de Tasarte, según informaron el consejero de Agricultura, Vivienda y Aguas del Cabildo, Demetrio Suárez, y el alcalde de La Aldea, Tomás Pérez, que ayer visitaron la zona afectada por la avalancha y explicaron a los vecinos los planes para evitar una nueva tragedia.

El informe del Consejo Insular de Aguas señala que la canalización del barranco a su paso por El Palillo estaba preparada para soportar la lluvia caída, pero no la avalancha de piedras y lodo que arrastró el agua desde las laderas de El Cañadón, que se encuentran a una distancia de 2.300 metros y con un desnivel entre ambos puntos de 970 metros. Por tanto, la solución hay que ponerla barranco arriba, con barreras naturales y artificiales que permitan el paso del agua, pero no el arrastre de materiales sólidos.

El problema es que un fenómeno meteorológico como el ocurrido en El Cañadón, donde cayeron unas 150 litros por metro cuadrado en solo diez minutos, podría anegar otros núcleos urbanos de la isla. "La mayor parte de la mitad suroccidental de la isla se asienta sobre rellenos de materiales transportados y sobre derrubios de laderas y al pie de acantilados y paredones", señala el informe, que precisa que "este fenómeno podría ser asimilable a los conocidos como flujo de derrubios, coladas de piedras o en su término internacional debris flow, y podría volver a ocurrir en otros sitios similares de la isla".

VIGILANCIA. Ante ello, Demetrio Suárez y el gerente del Consejo Insular de Aguas, José Luis Guerra, anunciaron que ese organismo "va a revisar los otros barrancos para ver cuántos están en las mismas circunstancias y poner medidas de protección para que el lodo no coja velocidad", aunque ya adelantaron que existen varios en los municipios de La Aldea, Mogán o Tirajana.

En Tasarte se ampliará el cauce del barranco y quizás se reubique alguna de las viviendas afectadas, pero las restantes se podrán reconstruir en el mismo lugar. "La seguridad de las personas está por encima de todo y seguiremos las recomendaciones de los técnicos", apuntó el alcalde, Tomás Pérez.