Nuevo episodio en el largo culebrón del edificio La Tortuga de la playa de Melenara. La Demarcación de Costas en Canarias tiene previsto ejecutar el próximo lunes el desahucio de la última inquilina que sobrevive en este inmueble emplazado en suelo de dominio público marítimo-terrestre. Los propietarios del histórico edificio y las instituciones públicas, con el Ayuntamiento de Telde, a la cabeza, han protagonizado en los últimos veinte años un largo pleito judicial a cuenta de la idoneidad de mantener el inmueble o proceder a su derribo dado el espacio en el que este se halla.

Al final, los tribunales terminaron por dar la razón al consistorio y es ahora la Demarcación de Costas la que tiene la pelota en su tejado para iniciar la demolición de La Tortuga, eso sí, cargando los costes de la operación -presupuestada años atrás en más de 200.000 euros- a los propietarios del mismo, la familia Oliva.

Tras la retahíla de sentencias y recursos, el problema al que se han venido enfrentando tanto el consistorio teldense como el órgano adscrito al Ministerio de Medio Ambiente es que en el interior del bloque habita desde hace varios años una mujer que, al parecer, arrastra problemas de salud y se ha negado por activa y por pasiva a ser reconocida por los médicos dado el interés de la Concejalía de Servicios Sociales de declarar, a través de la Fiscalía, su incapacidad y proceder a su internamiento y atención en un centro habilitado.

Un auto judicial del 27 de octubre pasado dejaba expedito el camino a Costas, pero la permanencia de María Luisa Gómez en el interior de La Tortuga, hacía imposible la puesta en práctica del proyecto de demolición ya aprobado. Este escollo parece haber sido superado, y el lunes, a partir de las 8.00 horas, está previsto que se lance el desahucio. Atrás queda incluso el anuncio de la Demarcación de tapiar el bloque para evitar su ocupación, cosa que no llegó a ejecutarse. Gómez sobrevive dentro sin luz ni agua, y con la ayuda que le brindan algunos vecinos.