A pesar de haber pasado más de 70 años aún sigue vivo el misterio de la muerte del alcalde de Valleseco. El pueblo entero acudió al entierro de este político en medio de muchos interrogantes. ¿Crimen o suicidio político?, se preguntaba El Progreso, diario republicano autonomista editado en Tenerife. No cabe duda de que aquella muerte quedó en la memoria de todos como el adiós a otra época ya pasada, pero caracterizada por la incultura y el caciquismo. Lejos estaban de pensar que en aquel justo momento estaban cumpliendo con el fatalismo histórico de partir en dos mitades a España. Apenas cinco años más tarde se desató la más sangrienta de las guerras registradas en el país.