La instalación de las energías alternativas en Canarias es económica y técnicamente posible como ya se ha demostrado en la comarca del sureste de Gran Canaria, pero las trabas que impone la actual legislación energética del Gobierno de Canarias frena su desarrollo. Con estas palabras resumió ayer Silverio Matos, presidente de turno de la Mancomunidad del Sureste y alcalde de Santa Lucía, la situación por la que pasa el sector energético en las Islas Canarias durante la presentación de la quinta edición del Seminario Internacional de Comarcas Sostenibles, que se celebrará en el teatro Víctor Jara de Vecindario los días 28 y 29 de abril.

Matos, que estuvo acompañado en la presentación del seminario por los alcaldes de Agüimes e Ingenio, Antonio Morales y Juan Díaz, respectivamente, Roque Calero, director de programas I+D de la Mancomunidad del Sureste, y Carmelo Di Bartolo, director de Design Innovation, destacó que el objetivo de esta edición será transmitir la apuesta decidida del Sureste por el desarrollo sostenible y fomentar un foro de debate e intercambio de proyectos y experiencias en otras partes de España y del mundo.

Así, Silverio Matos señaló que la apuesta de Navarra por las energías renovables debe ser el ejemplo a seguir en el Archipiélago, un modelo que lleva años haciendo el Sureste, "una comarca que hace 30 años era denominada el Triángulo de la Miseria y que hoy en día es un referente nacional y mundial en desarrollo sostenible, gracias a la paciencia y el tesón de los vecinos de los tres municipios".

Matos, al igual que Morales y Díaz, argumentaron que el actual modelo energético canario va a a peor y que la solución sería fomentar la implantación de las energías sostenibles, algo que las trabas de la legislación regional impiden, pero que deben acabarse para encarar un desarrollo económico colectivo.

"Sin la actuación del Gobierno de Canarias no se puede hacer nada y por eso le pedimos que al menos lea con cariño la documentación que le hemos remitido para que exista una colaboración fluida entre todas las instituciones", destacaron los alcaldes, que recordaron que Canarias, pese a su gran potencial de viento y sol, está a la cola en la implantación de parques eólicos por el nulo desarrollo de una legislación que por fin apuesta por el cambio energético.

Por su parte, Roque Calero aportó un dato contundente: Canarias podría ahorrarse entre 300 y 500 millones de euros al año en la factura energética por la compra de petróleo si se implantase, como ya ocurre con proyectos en el Sureste, un modelo de energías alternativas porque el actual lo ve inviable.

Di Bartolo aseguró que la defensa del desarrollo sostenible no es una postura conservadora, sino que crea fórmulas y actividades generadoras de empleo y de una economía que se renueva constantemente.