- ¿Cómo se presentan las fiestas de este año?

- La crisis también ha llegado a Lomo Magullo. Lo vamos a notar en varias cosas: ni habrá feria de ganado ni habrá fuegos artificiales, aunque en esto último lo que influye, sobre todo, es la prohibición que hay para lanzar voladores a partir del 1 de julio. En esas dos cosas nos vamos a ahorrar como 8.000 euros. Nos hemos quedado con unos 18.000, la mitad que el año pasado. Pero bueno, este es un pueblo que disfruta la fiesta al máximo: en una escala en hi-fi te encuentras a 500 personas.

- A pesar del trabajo del Patronato, la avalancha de gente a veces hace peligrar el desarrollo de la fiesta tal y como ustedes la conciben...

- Uno de los problemas que teníamos es que mucha gente cogía atajos para llegar a la acequia antes que la comitiva. Eso lo vamos a solucionar este año cortando los pasos. Otra idea que barajamos fue la de contratar una segunda banda para cerrar el grupo, pero ha quedado desechada. Como nueva medida, yo destacaría que este año deberá inscribirse en el Patronato todo aquel que quiera participar en el cordón de seguridad que protege a la Banda de Agaete.

- ¿De qué manera les afecta la decisión del Ayuntamiento de extremar las medidas a la hora de colocar banderas?

- Festejos nos ha dicho que no las va a poner, así que nosotros buscaremos a alguien para colgarlas. Además, los vecinos llevan meses fabricando un millar de banderolas con los colores de la virgen y cerca de 30 arpilleras para decorar el barrio. Todos se implican.

- Y el año que viene, tinajas 'made in China'...

- Esa es la idea. Lo más probable es que yo ya no esté de presidente del Patronato. Tras cuatro años al frente, habré cumplido un ciclo.

Los vecinos llevan meses fabricando un millar de banderolas para decorar el barrio por todo lo alto