Los vecinos de Ejido, en Telde casco, andan con la mosca detrás de la oreja y una bandera blanca en lo alto de su iglesia que sólo les hace gracia a unos pocos. En el vecindario están desde el viernes en fiestas con San Pedro y San Pablo por protagonistas. Y con ellos, el sacerdote Francisco Martel, quien, sin pretenderlo, se ha situado en el ojo de muchas críticas al poner punto y final a una tradición, la de izar la bandera nacional en el frontis del templo, que, según los ancianos del lugar, se remonta al menos a la década de los 50.

La colocación de la enseña patria en lo alto del inmueble el mismo día del pregón venía aderezada por todo un ritual. "O venía la Banda Municipal a tocar el himno o venía una rondalla a interpretar el pasodoble Islas Canarias. Incluso, sin música en directo, alguna vez llegamos a tirar de un cedé, pero lo que nunca había pasado era lo de este año", explicaba ayer a este periódico muy molesta Gloria Vela, portavoz y presidenta del Patronato de Fiestas de la zona.

Martel fue destinado hace menos de un año a Ejido por la Diócesis de Canarias y lo primero que hizo, según su versión, fue consultar a sus superiores qué tenía que hacer ante este gesto "habida cuenta de que éste es un inmueble religioso que tiene sus propios símbolos", matiza él mismo. El clérigo optó por retirar el mástil del inmueble tras preguntarle al obispo Francisco Cases, y ahí surgió la primera fricción. Sin embargo, lo que ha terminado de soliviantar a los vecinos, en especial a los mayores, ha sido el ver cómo el pasado viernes por la mañana amanecía la iglesia con un nuevo soporte soldado sobre su portada y, en él, una bandera blanca. En el paño se adivinaba una paloma, una rama de olivo y la palabra Paz. La iniciativa del cura, sin buscarlo, ha traído más polémica que sosiego.

"Debieron de ponerlo a una hora intempestiva. La gente está indignada, y yo misma le di al párroco la ocasión de explicarse tras el pregón. Como no dijo nada, comenté a los asistentes lo que estaba pasando. No puede cargarse una tradición así como así", concluye Gloria.