- En la reciente visita de la viuda de Vicente Ferrer se ha visualizado una de las acciones de cooperación internacional que realiza el Cabildo, en este caso en India. ¿Se mantendrán esas ayudas y el proyecto 'Gran Canaria Solidaria'?

- El grupo de gobierno del Cabildo tiene una visión muy clara, y es que una de nuestras obligaciones es contribuir en la medida de nuestros recursos a hacer un mundo más seguro y más justo. La visita de la Fundación Vicente Ferrer se enmarca dentro de este objetivo general. No sólo está en el programa del Cabildo, sino que lo desarrollamos en la acción diaria a través de proyectos y programas de sensibilización.

- Ante la crisis económica que atraviesa el Cabildo, y sobre todo muchos ciudadanos de Gran Canaria, se critica que se destinen fondos a otros países y no se invierta ese dinero aquí...

- Sí, yo entiendo que haya personas que de alguna manera se extrañen y digan: 'si nosotros tenemos problemas ¿Por qué el Cabildo destina recursos a la cooperación internacional?' Ante esto, yo planteo lo siguiente: Primero. El 99,5% de los recursos del Cabildo se destinan a resolver los problemas de Gran Canaria. El área de Servicios Sociales tiene un presupuesto de más de 100 millones de euros, más el 25% del total. Después están las obras públicas, los programas de empleo, cultura, deportes o la cooperación con los ayuntamientos. Todo eso supone unos 500 millones de euros. Lo que dedicamos a la solidaridad internacional no llega a un millón de euros. Si alguien piensa que eliminando la partida de la solidaridad podemos dar un vuelco a la situación económica en Gran Canaria, está equivocado. En segundo lugar, desarrollar esas acciones de solidaridad es un deber político y moral. Cuando el 80% de la humanidad muere de hambre, sufre la guerra, la explotación laboral, tiene que emigrar o perder la vida en las pateras para mantener a sus familias, nosotros debemos tratar de aliviar de alguna manera esa miseria y denunciar las causas. En tercer lugar, hay que recordar que el pueblo canario también ha sido hasta hace poco un territorio de emigración. Cuando aquí se pasaba hambre, nuestros padres y abuelos tuvieron que ir a Cuba, Venezuela o África. Y por último, porque Canarias también se beneficia de esa cooperación internacional.

- Explíquese.

- Canarias tiene un estatuto especial de región ultraperiférica y fruto de ello son los grandes beneficios que recibe desde la Unión Europea. Si sumamos todas las ayudas e inversiones que vienen de fuera, el Archipiélago recibe cada año 1.700 millones de euros. Si eso lo comparamos con lo que Canarias aporta a la cooperación internacional, juntando lo que da el Gobierno autónomo y todos los cabildos y ayuntamientos, no pasa de 20 millones. Es decir, nosotros recibimos 80 veces más de lo que aportamos. Por tanto, Canarias es una gran beneficiada de la cooperación internacional. Si nosotros estuviéramos en contra de ella, no tendríamos fuerza moral, ni argumentos ni legitimidad para solicitar de la UE todos esas ayudas que nos vienen cada año.

- En esa visita de la Fundación Vicente Ferrer se ha alabado esa solidaridad de Canarias, tanto de sus instituciones como de los ciudadanos isleños. ¿Se está perdiendo esa cualidad por el debate político de que hay que cuidar primero lo nuestro y luego a los de fuera?

- Vivimos en una sociedad globalizada y no debemos tener una actitud egoísta de pensar sólo en nosotros. El 80% de la humanidad vive peor que nosotros y con una gran diferencia. Cuando alguien dice, 'primero nosotros y después los demás' , está olvidando que los inmigrantes están contribuyendo a la mejora de nuestro bienestar. Por ejemplo, la carencia de médicos en nuestros hospitales se está cubriendo con profesionales que vienen de países del tercer mundo. Los inmigrantes no sólo mantienen el estado del bienestar, sino que van a pagar nuestras pensiones y están dinamizando la economía.

- Uno de los focos de la cooperación del Cabildo y de las instituciones canarias son los campos de refugiados de Tinduf. ¿Cuál es la situación allí tras 34 años de conflicto en el Sahara?

- El conflicto del Sahara, que tanto nos duele y nos toca, es una verdadera bomba de relojería. Hay múltiples resoluciones de la ONU para que el pueblo saharaui ejercite su derecho a la autodeterminación a través de un referéndum libre y democrático, pero Marruecos, con el apoyo de los gobiernos de Francia y también de España y EE UU, impide la celebración de ese referéndum, violando la legalidad internacional. Cada año que pasa sin que se resuelva esta situación estamos contribuyendo a crear un problema que puede explotar en cualquier momento, como un resurgimiento del conflicto bélico. El pueblo saharaui no puede seguir soportando las condiciones durísimas de los campamentos, donde la gente sobrevive en condiciones insoportables, pero tampoco los saharauis que están en los territorios ocupados, con la represión permanente de la policía de Marruecos. Hay una constante violación de los derechos humanos, donde se encarcela y se tortura a la población. Si eso no se resuelve en un corto plazo de tiempo, obligando a Marruecos a respetar las resoluciones de la ONU, puede reaparecer la guerra.

- Esas advertencias las hemos oído desde hace muchos años, pero ¿qué posibilidades tiene la propuesta de Marruecos de una autonomía para el Sahara?

- Las últimas resoluciones de la ONU reafirman el derecho de autodeterminación. Es un asunto de descolonización y la única solución pasa por el referéndum, no por la autonomía que quiere imponer Marruecos. En segundo lugar, no hay ni un solo acuerdo de la ONU o de otras instancias internacionales que reconozcan la soberanía marroquí sobre ese territorio. Ni un solo país reconoce esa autonomía. Por tanto, ese modelo ya ha fracasado y está agotado, aunque Marruecos insista en amenazar con la mentira de que un Sahara independiente sería un peligro para España por el terrorismo o el avance de las ideas integristas. Y ese discurso tiene aquí en Canarias algunos seguidores, léase Lorenzo Olarte, Jerónimo Saavedra o José Manuel Soria, que actúan en las islas como verdaderos lobbys de los intereses promarroquíes y apoyan la ocupación ilegal del Sahara.

- Queda menos de un año para las próximas elecciones al Cabildo, ¿Qué planes tiene su partido, Nueva Canarias, respecto a las candidaturas? ¿Va a encabezarla Román Rodríguez? ¿Va a seguir usted?

- Nueva Canarias empezará a hablar de los candidatos después del verano, por lo que antes de Navidad ya fijaremos los criterios y los posibles nombres. Nos vamos a presentar en todos los ayuntamientos porque ya tenemos organización en los 21 municipios. En cuando a lo que usted me plantea, si Román Rodríguez pudiera ser el candidato al Cabildo, yo lo que opino es lo siguiente: Román Rodríguez está haciendo una tarea magnífica al frente de su área y en la Vicepresidencia. En segundo lugar, cuando fijemos la estrategia y las candidaturas, el partido lo decidirá. Mi opinión personal es que Román Rodríguez debería continuar en el Cabildo. Sería bueno para el proyecto de NC y para Gran Cana- ria en general porque es una persona que conoce perfectamente la isla y los problemas de cada uno de los municipios. Esa experiencia la tenemos que aprovechar al menos durante otro mandato.

- ¿Renunciaría en ese caso a ir como candidato al Parlamento de Canarias o se está pensando en volver a hacer un doblete?

- También, como opinión personal, creo que los dobletes no son buenos. Sólo se deben propiciar cuando favorezcan a la estrategia de la organización y cuando haya más razones a favor que en contra. Otras organizaciones lo hacen y a nadie le extraña. Por ejemplo, el PP hace dobletes y nadie dice nada. Si lo hace NC aparece la polémica. Se debe tratar de que nadie haga dobletes.

- Y usted, ¿ha pensado en la retirada tras tantos años?

- Yo estoy a lo que diga mi organización, soy un militante disciplinado. Estoy en un proyecto político por convicción, no por intereses particulares.

El Archipiélago recibe de la UE ochenta veces más de lo que aporta a la cooperación internacional