La Fundación Canaria Néstor Álamo, dependiente del Ayuntamiento de Guía, adquirió ayer las históricas cuevas donde vivía y trabajaba la famosa alfarera de Hoya de Pineda Julianita Suárez, heredera de una tradición artesana nacida en el pago que comparten los municipios de Guía y Gáldar desde hace al menos 200 años y que con el paso del tiempo se ha ido perdiendo.

La intención de la Fundación es la de reconvertir las cuevas, que han sido compradas por 8.000 euros, en un centro locero con el que mantener viva en Hoya de Pineda la tradición alfarera.

Según explicó el primer teniente de alcalde del Consistorio guiense, Pedro Rodríguez, el centro locero funcionará como centro de interpretación, museo de sitio y cueva alfar para elaboración de loza tradicional. De esta forma, una vez se ejecuten los proyectos necesarios, el centro locero de Hoya de Pineda se integrará en un circuito para escolares y de interés turístico.

Las hijas de Julianita, Juana, Josefa y Rafaela Santiago Suárez, se mostraron muy satisfechas con el proyecto, y aseguran que su madre también estaría muy contenta.

Rafaela es la única artesana locera que queda en Hoya de Pineda. Aprendió el oficio de su madre, que hasta sus últimos días estuvo trabajando el barro porque era su vida, y ella está dispuesta a acudir algunos días al futuro centro para enseñar a trabajar el barro.

La vicepresidenta de la Fundación Néstor Álamo y edila de Cultura, María del Carmen Mendoza, destacó que la construcción del centro locero se presenta como una actuación urgente. Así, señaló que el centro es identificativo de Hoya de Pineda, una zona con un alto valor histórico y etnográfico por las numerosas cuevas alfares, talleres y hornos que sustentaban la economía de familias como la de Julianita Suárez en el siglo pasado.