La noche del jueves, con la llegada de las perseidas, el observatorio astronómico de Temisas registró una de sus jornadas más concurridas, con la presencia de unas 300 personas que se desplazaron de distintos puntos de Gran Canaria para admirar esta lluvia de estrellas. Sin embargo, el fuerte viento y la calima deslucieron esta cita con la astronomía, ya que no pudieron contemplarla en todo su esplendor.

Mario Villanueva, cofundador de la Fundación Canaria Observatorio Astronómico de Temisas, sin embargo, mostraba su satisfacción por la acogida que ha tenido este acto pese a las malas condiciones meteorológicas que se dieron. La razón es bien sencilla: ver cómo la afición por la astronomía ha calado en Gran Canaria y "que, pese al mal tiempo, sobre todo por el fuerte viento, nadie se quiso marchar y permanecieron hasta la madrugada".

Hace casi una década, Mario Villanueva, vecino de Temisas, y el presidente de la asociación de vecinos Caserío Canario, Miguel Jiménez Artiles, se embarcaron en este proyecto y convencieron al Ayuntamiento de Agüimes para que participara en él. Fruto de ello fue la cesión de un antiguo edificio de Telefónica en Temisas.

Después, con una subvención del Cabildo, se adecuaron las instalaciones para hacer el observatorio. "La cúpula la diseñamos nosotros y se construyó en la comarca", dice Villanueva.

Luego, con el paso de los años, este observatorio divulgativo ha colaborado con la astronomía profesional y ha incrementado su patrimonio con telescopios, máquinas fotográficas y otros elementos para enseñar a los aficionados todo lo relativo a la astronomía. El año pasado, más de 1.500 personas asistieron a las charlas, exposiciones y otras actividades organizadas en el observatorio, cifra que este año probablemente se superará, ya que la asistencia de grupos y de colectivos interesados es cada vez más numerosa.